La primera caída del año volvió a instalar un malestar
vigente desde el torneo pasado.
Por Favio Verona
Los hinchas estallaron contra Almirón y a favor de
Montenegro.
La CD dice que lo banca, pero se viene Racing...
"Si no están convencidos de seguir adelante con lo de
Montenegro, si alguno de ustedes duda, se siente incómodo o no está de acuerdo
con mis decisiones, les ofrezco la posibilidad de pagarme hasta el último día
de trabajo y me voy”.
Jorge Almirón comprendió que era el momento de despachar las
sutilezas sin titubeos. Pablo Moyano, el secretario general del club, Héctor
Maldonado y el secretario deportivo, Jorge Damiani, lo escucharon con atención.
La conversación se dio el 5 de enero en la sala de reuniones
del hotel en el que Independiente aún está concentrado en Pilar. “Miren que voy
a ir a fondo. Después ya no va a haber vuelta atrás”, advirtió el técnico,
dispuesto a evacuar sus dudas sin temor. La respuesta brotó de inmediato:
“Nosotros te vamos a bancar a muerte, pase lo que pase”.
El contexto no sufrió variaciones drásticas, pero el
malestar se profundizó. La goleada que Independiente sufrió ante River desnudó
la bronca contenida en el corset del proceso de evaluación.
Los hinchas, aquéllos que en el torneo pasado se resistían a
abandonar el escepticismo, volvieron a encontrar material de combustión para
despotricar contra el técnico en la cancha. “Ponelo al Rolfi la puta que te
parió”, retumbó en la noche de Mar del Plata. Y el eco también se apoderó de
las redes sociales, donde los comentarios negativos se impusieron por amplia
mayoría.
Montenegro volvió a entrenarse ayer por la mañana en Villa
Domínico con la Reserva que conduce Fernando Berón. Los directivos todavía no
encontraron la forma de desprenderse del enganche sin que su salida ponga en
riesgo la estabilidad económica del club. Saben que su presencia impide
desactivar lo que ya es una bomba de tiempo, pero al Rolfi le queda un año más
de contrato y no quiere partir sin cobrarlo.
La idea de retroceder nunca invadió la cabeza de Almirón.
“Es una decisión tomada y asumo el costo”, repite. Tras el mazazo ante River,
prefirió hacer oídos sordos al veredicto de la tribuna. “Es un tema cerrado”,
fue su escueta respuesta. “Este partido fue un accidente. No me preocupa
demasiado. El equipo se va a reponer y vamos a andar bien”, dio vuelta la
página el técnico.
Por ahora, con Racing en el horizonte, el caso Montenegro
parece estar abierto. Por más que Almirón quiera dictar sentencia...
Fuente Olé
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