UN “2” QUE BRILLÓ EN UNA DEFENSA INOLVIDABLE...
El tiempista que no hizo un gol.
Hugo Villaverde surgió en Sunchales, triunfó en Colón y fue famoso en Independiente.
Los zagueros, debido a su ubicación en el
campo de juego, siempre estuvieron alejados de la posibilidad de
convertir goles. Sin embargo, en la historia del fútbol argentino hubo
defensores que lograron anotar muchos tantos, como Daniel Passarella; en
cambio, otros, como Hugo Eduardo Villaverde, de una elevada calidad
técnica, un tiempista excepcional y de conducta ejemplar dentro y fuera
de la cancha, nunca le brotó de sus labios el sagrado grito del gol.
Una prueba de la efectividad de los
defensores, al convertir penales, tiros libres y ratificando su
capacidad para cabecear o rematar dentro del área, son los casos del
juninense Daniel Alberto Passarella (River Plate), el defensor más
positivo con 99 conquistas en 298 juegos en la Argentina; lo mismo que
el rafaelino Juan Domingo Antonio Rocchia (Racing Club y F. C. Oeste),
actuando en 396 cotejos en los que obtuvo 87 tantos, y el porteño Pedro
Omar Larraquy (Vélez Sarsfield-San Lorenzo de Almagro), que alcanzó 83
goles en 474 partidos.
Villaverde, talentoso y exquisito defensor
central santafesino, jugó 437 partidos en el fútbol profesional
argentino. En Colón, lo hizo en 57 oportunidades entre 1973-1975 y 380
encuentros en Independiente.
Fue un excelente defensor que comenzó en
Sunchales, un equipo del barrio sur de la capital santafesina, una
verdadera filial de Colón; de muy buenos recursos técnicos y enorme
capacidad para la marca y la cesión de la pelota con precisión y
sutileza, siempre se le reconoció a Villaverde que era asombrosa su
capacidad para la recuperación física. Algunos periodistas señalaron
reiteradamente que los delanteros nunca podían considerar que lo habían
terminado de pasar o eludir, debido a su recuperación y a la salida
jugando con su clase y técnica.
Sus comienzos
En el ‘69 había pasado a Colón (debutó en
Primera en 1972, de la mano de un José María Silvero que lo ponía y lo
sacaba debido a sus lesiones y se consolidó recién en el “74, con el
vasco Juan Eulogio Urrolabeitia como DT), y en el ‘76 se incorporó a
Independiente, estabilizado como primer marcador central luego de
coquetear con el 8 ó el 5 en la espalda.
En sus comienzos en las categorías
promocionales se desempeñaba como volante central. Cuando se concretó su
pase a Colón, club del cual siempre fue hincha, donde había jugado su
padre (del mismo nombre) como puntero izquierdo en Primera “B” entre
1948 y 1954, supo asimilar las enseñanzas del malogrado Hugo Spadaro, su
antecesor y se consagró en una defensa conformada también por el
arquero Héctor Rodolfo Baley (Estudiantes de La Plata); Rubén Ernesto
Aráoz (Pucará), Enzo Héctor Trossero (Sportivo Belgrano de San
Francisco, Córdoba) y Edgar Oscar Fernández (Atlético Gimnasia y Esgrima
de Santa Fe).
De Colón se fue con el pase en la mano y
allí acordó su incorporación a Independiente junto a Trossero. Sus
actuaciones fueron brillantes, fue campeón en 1977, 1978 y 1983, la
temporada 1988-89 y las Copas Libertadores de América e
Intercontinental.
Sus lesiones
En cierta oportunidad, el Dr. Fernández
Schnoor, uno de los profesionales de mayor prestigio y vinculado con la
AFA, además médico del plantel profesional de Independiente, ante las
lesiones en el tobillo y la rodilla, explicó que “su ansiedad por volver
rápido le juega en contra”. A Villaverde, lo fastidiaban menos las
lesiones que su repercusión: “Siempre se habló mucho más de mi rodilla o
mi tobillo que de mi rendimiento futbolístico”. El 30 de junio de 1989
decidió su retiro y a pesar de que don Pedro Iso, el presidente de
Independiente, se enteró medio de rebote, le solicitó que postergara el
abandono un año más, “uno más y no te jodo más”. “No”, le dijo el
magnífico defensor santafesino, rotundo y tímido, porque fue un “no” que
casi no rompió el silencio.
Inolvidable.
Para los colonistas, aquellos años
resultaron inolvidables. Entre 1974 y 1975, Colón contó con jugadores de
la talla de Baley; Aráoz, Villaverde, Trossero y Fernández; Cococho
Álvarez, Zimmermann, Carlos López; Coscia, Lamberti, Brítez, el chaqueño
Mazo, Hugo Villarruel y luego la llegada del “Poroto” Saldaño, más la
aparición de los “chicos” del club como Borgna u Olivares.
De
Villaverde, ningún hincha sabalero que hoy peina canas se puede haber
olvidado.
“No maltrates la pelota”
Cuando fue convocado para trabajar con el
plantel profesional de Colón, Hugo Villaverde tenía la ilusión de actuar
en Primera porque se había criado en el barrio y su padre —el petiso,
el óptico— también se había puesto la sangre y luto en el pecho varios
años antes. No pensó nunca que con el despuntar de los años sería una de
las figuras más admiradas del fútbol argentino.
En una de esas tardes, con elevada
temperatura, en el verano, se acercó el malogrado Hugo Spadaro y le
dijo:
“Huguito, a la pelota hay que tratarla como a una piba de 15 años,
hay que acariciarla, mimarla, brindarle protección y ella te va a
sonreír porque siempre estará en los pies de tu equipo, brindándote todo
su amor”.
Al conocer Villaverde la noticia de la
sorpresiva muerte en una cancha de fútbol de quien fuera su compañero en
Colón, se le cayeron varias lágrimas y le confesó al Gringo Trossero:
“Spadaro me enseñó muchas cosas: el anticipo, retrocediendo rápido en
forma recta para achicar los espacios, el bajo perfil, sonreír siempre y
mirar fijo a los ojos de los rivales para que te respeten. Fue un
verdadero maestro para mí”.
Villaverde no habla con la prensa. “Lo
que pasa es que yo digo una cosa y después escriben otra”, se justificó.
“Además, me gusta más escuchar que hablar”, agregó, sensato. Los sobres
que llevan su nombre en el archivo son una constatación: dos, tres,
cuatro páginas, “Foto Yo solo no, tomá una con todos los muchachos”.
Una
frase destacada: “Lo que más me cuesta del fútbol son los reportajes”.
Una vez lo había anticipado: “Cuando yo me
retire del fútbol, ni el técnico se va a dar cuenta. Va a ir a la
práctica y va a decir ¿Cómo, Villaverde no se cambiaba allí? Así va a
ser...”.
"EL LITORAL"
Publicó El Gran Campeón
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.