Un 1° de enero se decidió llamar a Asamblea para oficializar
la constitución del club, en el domicilio de Daniel Bevilacqua, Esmeralda 329,
3º piso. Debido a la baja asistencia, se llama a una nueva reunión para el 25
de marzo.
Un club que nació en 1905, gracias a ochos jóvenes que
quisieron liberarse del equipo de fútbol de su lugar de trabajo y formar uno
propio: Independiente Football Club. En 1938, consiguió el primer título de la
era profesional y también comenzaba a aparecer en el plano internacional, ya
que ganó la Copa Río de La Plata.
Desde los primeros pasos, se empezó a escribir esta gran
historia, porque en 1964 se convertiría en el primer equipo en obtener la Copa
Libertadores. Sin saber que en la vitrina caberían seis más. Actualmente, a 30
años de su última obtención, ningún club pudo superar al máximo ganador de este
torneo.
A principio de la década del ´50, una delantera quedó en el
recuerdo de todos los argentinos, ya que el Rojo la compartió con la Selección
Argentina: Micheli, Cecconato, Lacasia, Grillo y Cruz. Europa llegó a
conocerlos, en una gira en 1954, que comenzó con un 6-0, en el Santiago
Bernabeu, al Real Madrid de Alfredo Di Stefano. Culminó con una serie de 39
goles en 21 partidos.
El Santos de Pelé había conseguido el bicampeonato de la
Copa Libertadores de 1962 y 1963. Un año más tarde, sería el rival de
Independiente para semifinal de dicha copa. En el Maracaná, a los 34, el Rojo
ya perdía por 2 a 0. Cuatro minutos más tarde, Mario Rodríguez, más conocido
como “Mariulo”, descontaría con un tanto de cabeza. Gracias a un gol de Raúl
Bernao, el partido iría al descanso con un 2-2 parcial. El dominio del conjunto
brasilero se hacía notar pero, en el último suspiro para el final, apareció
Suárez para dar vuelta el partido y
convertir el tercero para los argentinos. En la vuelta, en Avellaneda, los
locales se impusieron por 2 a 1, con goles de Mori y Rodríguez, y se
clasificaron a la final, contra Nacional de Montevideo. El primer partido, en
el Centenario, terminó 0-0, pero tuvo el color del debut internacional del gran
“Pepe” Santoro, quien se atajó todo aquella noche. Con una victoria de local
por 1 a 0, nuevamente con gol de Rodríguez, e invicto en todo el torneo,
Independiente se consagró como el primer equipo argentino en obtener la
Libertadores.
Si hablamos de ídolos y hazañas, debemos mencionar a Ricardo
Enrique Bochini. En 1972 debutó en la Primera División, sin imaginarse que
ganaría cuatro torneos nacionales, cuatro Copas Libertadores, tres
Interamericanas y dos Intercontinentales. El 25 de enero de 1978, el Bocha
cumplía años. Su regalo fue la consagración del Nacional y lo pudo compartir
con todos los hinchas.
El partido de ida ante Talleres, en Avellaneda, finalizó
1-1, resultado que favorecía a los cordobeses, ya que el gol de visitante valía
doble. El partido de vuelta, en Córdoba, arrancó con un gol de palomita de
Outes, para que el Rojo se impusiera 1-0. Luego, el árbitro del partido,
Roberto Barreiro, cobró penal para los locales, luego de una mano seguramente
casual y fuera del área de Pagnanini. Cherini convirtió desde los 12 pasos para
dejar el 1-1 parcial. Diez minutos después de igualar el marcador, los
dirigidos por Roberto Saporiti se ponían en ventaja con un gol con la mano de
Ángel Boccanelli. Ante la protesta de la parcialidad roja, el juez expulsó a
tres jugadores: Enzo Trossero, Omar Larrosa y Rubén Galván. “Vayan, sean
hombres, jueguen y ganen”, fue la arenga que eligió el recordado José Omar
Pastoriza para que el milagro se cumpla. A siete minutos del final, Bochini
tiró una pared con Bertoni y marcó el 2 a 2. Ese adolescente que alguna vez
salió en el Gráfico como una promesa, no se imaginaba tanta gloria. Ese día, el
“Bocha” e Independiente brindaron con otra copa.
Para cerrar las seguidillas de Libertadores, en 1975, le
tocó perder en dos ocasiones por 2 a 0 contra Rosario Central y Cruzeiro. Todos
lo daban por perdido, pero si se trataba de Independiente no se sabía. Al
“Canalla” le ganó por 2 a 0, con un gol de Bochini, eludiendo a toda la defensa
rosarina. Pero al conjunto de Belo Horizonte había que convertirle tres tantos.
Al minuto de juego, Nelinho pegó un tiro en el palo. Sin embargo, Independiente
arrolló al equipo brasileño. El primer gol del Rojo vino a través de un penal,
convertido por Pavoni. A los 21’ del segundo tiempo, Bertoni dibujó la mística
y metió un gol olímpico para que la Doble Visera explote. Nueve minutos más
tarde, el milagro llegó a través de un cabezazo de Ruíz Moreno y el encuentro
terminó 3-0, para llegar a la final. Pero ésta no fue sencilla, ya que se
definió en un partido desempate. En el partido de ida, ante Unión Española de
Chile, los Rojos se vistieron con la famosa vestimenta amarilla y azul y
perdieron 1-0. De local, el conjunto argentino pudo vencer a los chilenos por
3-1. El partido desempate se jugó en el estadio de Defensores del Chaco de
Asunción, en Paraguay. Ruiz Moreno y Bertoni lograron poner el 2-0 final, para
que Independiente consiga su sexta Copa Libertadores, obtenida por cuarta vez
consecutiva, algo único e histórico, hasta el día de hoy.
El 22 de diciembre 1983 no es un día más, es el más especial
para los hinchas del Rojo. Independiente se posicionaba primero con un punto de
diferencia de San Lorenzo y Ferro. Ese día se disputaba el último partido del
Campeonato Metropolitano, contra su eterno rival, Racing. Triunfó por 2 a 0,
con goles de Giusti y Trossero y dio la vuelta olímpica frente a sus vecinos
que quedaron condenados a jugar en la Segunda División. Algunas lágrimas corrían en Avellaneda pero
el barrio estaba de fiesta y los recuerdos de ese día siguen intactos en el
alma roja.
Para la séptima conquista de América, en 1984, en la fase
inicial, Olimpia tenía siete puntos, igual que los de Avellaneda, pero con un
partido menos. Por eso, la consigna era clara: había que ganar sí o sí. A tres
minutos del inicio, Marangoni puso el 1 a 0. Luego de una atajada de Carlos
Goyen, Guasch remató desde afuera del área y empató el encuentro. En el segundo
tiempo, penal para Olimpia, Benítez lo puso en ventaja. Pero tiempo después,
también le cobrarían una mano a favor del Rojo y Burruchaga igualó el partido.
A los 88, centro al área de Bochini, que terminó en gol de Bufarini y el 3 a 2
favorable a Independiente.
En la instancia final de este torneo, el rival era Gremio,
que venía de ser campeón de América y del Mundo. En Porto Alegre, tras una
excelente actuación, Independiente lo venció por 1 a 0, con un golazo de
Burruchaga, luego de un pase del “Bocha”. Este partido fue calificado como
“perfecto”, según la prensa brasilera. También, el diario Zero Hora puntuó con
10 a todos los jugadores. Luego del encuentro ideal, el partido de vuelta
terminó 0-0 y la Copa Libertadores se quedó en Avellaneda, junto a las seis que
ya se encontraban en la vitrina.
En ese año, no sería la última consagración. Debía disputar
la Copa Intercontinental, nada más ni nada menos que con el Liverpool. Además,
tenía un sabor especial, ya que sería el primer enfrentamiento entre argentinos
e ingleses luego de la Guerra de Malvinas. Pero todo quedó de lado,
Independiente no se achicó. José Percudani fue el encargado de poner el
resultado a favor de los Rojos y darle la posibilidad de conseguir el segundo
título mundial. Una página más para la historia del Rey de Copas.
En el 2002, Independiente consiguió el último torneo local,
por el momento. ¿Cómo olvidarse del 4-1 ante la “Academia”, con un jugador
menos durante casi todo el partido? No se puede borrar de la memoria los 13
goles en sólo dos partidos (7-1 a Colón y 6-2 a Chacarita). A pesar del
excelente equipo, las lesiones comenzaron a aparecer. Cuando faltaban dos
fechas, Boca peleaba el campeonato con los de Avellaneda y todo jugaba a su
favor. Sin embargo, como el Rojo sabe de hazañas, Pusineri metió un cabezazo,
cuando faltaban tres minutos. 50.000 personas se quedaron sin voz en la cancha.
En la fecha siguiente, el rival era San Lorenzo. Un 3-0 definió que
Independiente se consagrara campeón a nivel nacional por decimosexta vez.
El último festejo se dio hace cuatro años. Para ser exactos,
un 8 de diciembre de 2010, Independiente se consagró en la Copa Sudamericana.
Se enfrentaba a Goiás, quien le había ganado 2-0 en Brasil. Pero el Rojo nunca
se da por vencido. El partido finalizó 3-1 a favor de los locales, con goles de
Julián Velázquez y dos de Facundo Parra. Para que el corazón de los hinchas
siguiera sufriendo, todo se definió desde los 12 pasos. Eduardo Tuzzio clavó el
último penal, que le permitió a Independiente contar otra proeza y consagrarse
campeón, nuevamente, de un torneo internacional.
En este gran listado de hazañas, hay muchas historias para
contar. Independiente es una institución llena de gloria, no vive del pasado,
sino que recuerda lo vivido. Y como sostuvo recientemente el presidente del
club, Hugo Moyano: “Independiente no debe derramar lágrimas de dolor, sino que
debe volver a ser el Orgullo Nacional”.
Fuente C.A.I. Sitio Oficial
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