Se va para arriba. Mancuello arregló un nuevo contrato con
el club./G ORTIZ
Referentes del plantel, ex compañeros y ex técnicos analizan
a la figura de Independiente, que firmaría hasta diciembre de 2017.
Es el goleador, el capitán, el nuevo símbolo de
Independiente y el jugador sensación del campeonato. Está todo listo para que
por estas horas Federico Mancuello firme la renovación de su contrato hasta
diciembre de 2017 con el club de Avellaneda, del cual surgió y es fanático, con
una cláusula de rescisión de 5 millones de dólares. Los hinchas lo aman,
Gerardo Martino lo sigue de cerca para la Selección y los dirigentes rojos
esperan venderlo para bajar el estruendoso pasivo.
Su explosión futbolística
produjo una mancumanía que no para de crecer, mucho menos después del golazo
olímpico del sábado ante Tigre, justo a 90 años del de Cesáreo Onzari, el
primero de la historia.
A sus 25 años, Mancuello está en el pico más alto de su
carrera. En 15 partidos de este semestre hizo 9 goles, la misma cantidad que
acumulaba antes del inicio de este torneo, en 109 encuentros.
¿Qué fue lo que
provocó su notoria transformación dentro de la cancha?
Los que más lo conocen
tratan de buscarle una explicación al fenómeno Mancu. “Me parece que pasa por
su maduración. Creció mucho y eso genera que se tenga mayor confianza y que se
tome las cosas de otra manera”, analiza Diego Rodríguez, su compinche desde las
divisiones juveniles, ante la consulta de Clarín. “Sé todo lo que vivió y pasó
en la pensión. De chico, a veces, no le tocaba jugar y él seguía esforzándose
callado. Me pone feliz este momento suyo”, agrega.Otro que lo conoce desde
chiquito es Ariel Wiktor, su técnico en la Quinta categoría durante 2007 y
ayudante de campo de Omar De Felippe en su paso por el Rojo. “Me quedó grabado
cuando en esta última pretemporada me dijo ‘ahora que nos sacamos la mochila
del ascenso nos vamos a soltar y vamos a andar muy bien’. Tenía razón. Se nota que
está disfrutando”, cuenta el ahora DT de la Sexta. Y aporta: “A su juego le
sumó gol y, además, se está haciendo dueño del grupo. Era hora que un jugador
nacido acá tomara las riendas del plantel. Es un referente para los chicos de
las inferiores. Los pibes hablan de él y lo ven como un ejemplo”.
Lucas
Villalba lo puede decir. “Miro todo lo que hace y trato de copiar cosas. Lo
admiro”. El juvenil ocupa ahora la banda izquierda en Independiente, posición
original de Mancuello (más volante que lateral) antes de que Jorge Almirón lo
estacione como mediocampista interno, donde está llevando a cabo una revolución
con la pelota.Resistido por la gente, sin lugar en el equipo, Mancuello tuvo
que emigrar a Belgrano en 2011, un año a préstamo. “Acá cumplió con creces. Es
un pibe bárbaro”, lo recuerda Ricardo Zielinski. “Siempre tuvo una pegada
espectacular y ahora le agregó experiencia y movilidad por todo el frente de
ataque”, opina Guillermo Farré, ex compañero.Volvió, se ganó el cariño del
tablón por su corazón en la B y es intocable en Primera.
Ese es Federico
Mancuello, el que renovó las esperanzas de todo Independiente.
Fuente Clarín
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