Ilustró rrrojo - Fuente imagen web
Cuando el técnico llegó a Independiente la mayoría lo miraba
de reojo.Con tres meses de trabajo armó un equipo que pelea arriba, que apuesta
al ataque y que superó las expectativas./"CLARÍN".
¿Y quién lo conoce? ¿Qué historia tiene como técnico en
Argentina? ¿Tendrá espalda para dirigir a Independiente en este momento?
Esas preguntas que resonaban a mitad de año en la Avellaneda
roja quedaron mudas tres meses después. Jorge Almirón llegó mirado de reojo, es
cierto. Tan cierto como que traer al ex entrenador de Godoy Cruz tras la
partida de Omar De Felippe fue la primera determinación seria de la nueva
dirigencia. Y a falta de seis fechas para el final del campeonato se puede
decir que fue (es) un acierto.
Almirón cambió críticas y murmullos por reconocimientos y
elogios. El tercer puesto (a cinco del líder, River) era impensado por propios
y extraños teniendo en cuenta el ascenso reciente y el plantel con refuerzos
llegados dos semanas antes del inicio del torneo.
“Es el mejor momento del equipo. Ha evolucionado, ha
mejorado individualmente y eso genera una mejora colectiva. Los jugadores
tienen una idea del juego que se pretende y la gente les reconoció el
rendimiento. Eso es lo que importa, no me cambia el reconocimiento hacia mí”,
dijo con modestia Almirón.
Pero la intervención del DT (tiene un 64 por ciento de
efectividad) se refleja en cinco claves:
1) Decisiones fuertes.No dejó de hacer lo que pensaba desde
un primer momento, a pesar de no ser hombre de la casa y de que sus cambios
eran cuestionados. No se casó con nadie. Le sacó la cinta de capitán a
Montenegro para dársela a Tula y después se la pasó a Mancuello. A Insúa,
referente y querido, le dio apenas un puñado de minutos. Incluyó y excluyó por
rendimientos, nunca por nombres.
2) Logró un equilibrio.La defensa fue la línea más
turbulenta desde un principio. Y, a pesar de que sigue sufriendo sofocones, se
reafirmó bastante sin sacar la mirada en el arco de enfrente, como le gusta a
Almirón.
3) Varios caminos para la misma idea.Su intención,
saludable, es la de proponer siempre. Pero, si bien es considerado un técnico
con gustos ofensivos, no duda en defender con cinco cuando amerita. El Rojo de
Almirón se acopla según el momento y el rival de turno. Cuentan que es un
estudioso del fútbol y que se conoce los movimientos de cada equipo al que le
toca enfrentar. De entrada logró buenos resultados; ahora, a demás, juega bien.
4) Ahora pega primero.Pudo corregir esa falta de
concentración de sus dirigidos que le hizo comenzar en desventaja muchas veces.
En los últimos dos encuentros salió a pegar primero y consiguió manejar los
tiempos.
5) No se conforma.“No quiero que el equipo se relaje. La
idea es que siempre siga generando jugadas”, reveló. Esa exigencia mantiene a
sus jugadores alerta, aún mientras gane.
No hay que esperar hasta el final, lo de Almirón y su
Independiente, a esta altura, ya es destacable.
Fuente Clarín
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.