El Tolo le tiene mucha fe a la pretemporada que harán
en Pilar a partir del 4 de enero.
Por Debora D’amato
Gallego apuesta a su experiencia en pretemporadas: cada
vez que realizó una en el Rojo, en el torneo le fue bien.
Según los chinos, todo tiene un lado opuesto.
El
concepto del ying y el yang es el que describe las dos fuerzas fundamentales
opuestas y complementarias: algo así como un enfrentamiento de lo bueno y lo
malo, de la luz y lo oscuro.
Américo Gallego transita su tercer período como
entrenador de Independiente y pensando en el semestre que se viene hay una
particularidad favorable: cada vez que asumió en el Rojo, lo hizo con el torneo
ya iniciado y la cosa no funcionó.
Pero cada vez que realizó la pretemporada se
pudo ver su mano y sí se dieron los resultados.
En el Apertura 02 salió campeón
y en el Apertura 09 y Clausura 10 estuvo en la lucha por el título. No dio la
vuelta en esos dos torneos pero dejó los famosos 68 puntos que sirvieron para
postergar la pelea por zafar del descenso.
Será por eso que el Tolo derrocha optimismo de cara al
2013.
Si a sus buenos antecedentes (la excepción fue el Apertura 03, luego del
título) se le agrega su experiencia a la hora de elegir las dos incorporaciones,
su criterio en el momento de la preparación y su condición de motivador cuando
se trata de convencerlos al salir al campo de juego, la ecuación entonces
cierra.
Cuando asumió en su primer ciclo faltaban siete fechas
para la finalización del Clausura 02. Las estadísticas no fueron las esperadas:
empató cinco partidos y perdió dos. Sin embargo, se puso el overol en la
pretemporada inmediata y su equipo no sólo logró salir de la mala racha sino
que consiguió el último título del Rojo en torneos locales.
En el segundo período, Gallego llegó en el Clausura
2009. De los 12 partidos que disputó su equipo, ganó tres, empató dos y perdió
siete. Sin embargo, tras el trabajo que realizó en la pretemporada, el Tolo
logró que en los dos torneos siguientes (Apertura 09 y Clausura 10) sumara 34 puntos en
cada uno. Con esos 68 puntos, Independiente sobrevivió sin promedio ni
promoción que distraiga.
En este tercer ciclo, agarró tras la salida de Cristian
Díaz.
Bajo su ala dirigió 14 partidos y tampoco pudo mejorar la campaña.
“No me
voy de vacaciones hasta que no sepa quiénes serán los dos refuerzos”, avisó.
Claro, sabe que ahora todo está en sus manos.
Fuente Olé
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