Ilustró rrrojo - Sobre imágen original de Alicia Manzo.
La FAMILIA se mantiene y más unida que nunca.
Es como que de algún lugar, Yo presumo que desde
arriba, alguien nos aconsejara, e hiciera que debamos seguir sembrando.
Venía humillando con la primera, segunda, tercera y
rebaje del Toro a muchos autitos por la ruta 8 en camino al encuentro con mis Amigos
y Familia,
Y si te gustan los fierros aparte del fútbol, Vos
entenderás.
Puse cuarta a 3800 rpm y mi esposa Liliana me preguntó
¿Querés que estemos con Huguito?
No le respondí y levanté el pié del acelerador.
La cupé decepcionada, me hizo caso a cambio de que publique
fotos de Ella. Es mediática.
Quería estar con Huguito Silva, mi Hermano que está en
el cielo.
Pero también quería estar con Liliana, mi mujer.
Y mis Amigos.
Y mis Hermanos y Sobrinos.
Hasta aquí, no les dije que pasamos una noche para el
recuerdo con todos los que integramos la
mesa.
Y los diálogos desopilantes con mi Hermanito Luisito Braz Martins, de los
cuáles fue testigo Eze Castro, un sobrino que no pudo venir, pero se divirtió
con ellos en el LBA, ni Polito al cual todavía le tiemblan las muelas del palo
que se pegó con su auto
Frases escuchadas en esa noche de encuentro:
Fer : Mañana desintoxico mis oídos de la música que
soporté.
Tere : ¡ Nunca podrá revertir esto ¡ A pesar de que
sabe que el metal está incorporado a su corazón lo vió haciendo el trencito.
Marito : ¡ Dále que va Fer, que después se te pasa !
Karina: ¡ Pobre Fer, las cosas que resigna por Nosotros
!.
Alicia :¡ Hay cosa peores, Hijito del corazón ¡(Sobre
Fer bailando cumbia)
Ale: ¡ Si te rompés algo no tenés seguro
Fer ¡
Liliana : ¡Payaso! (refiriéndose a mi)
Partícipe necesario.
Mónica : ¡ Dulce Cony ! ( Con Alma de
Manzanita, eso que les hace tanto bien a los chicos)
Luisito Braz Martins : ¡ Justo al lado mío
te sentás Vos!
Y Yo, casi al mismo tiempo le dije : ¡ Justo al lado mío te sentás Vos!
La Princesa Roja Cony ponía de manifiesto
todo lo que un Rojo siente ante una obra increíble de Dios. Amor y Ternura.
La noche transcurría entre la música que
intentaba subir el ánimo de los participantes, cuando de pronto veo a Alejandro
que sale a respirar y voy tras El.
Debajo de un farol, como en un tango el
flaco recostado sobre la pared acomodó su bigote y me dijo: ¿Sabés quien falta
acá ?... lo veníamos hablando con Alicia durante el viaje. ¡ Se venía desde La
Plata !...
Lo tomé del hombro y lo empujé otra vez
dentro del ruido que anula la capacidad de reflexionar.
O de entender a veces
la Justicia Divina.
A la vuelta el Toro parecía seguir una
misteriosa luz sobre la ruta 8, que hizo que pasara todos los semáforos en verde.
O celeste, no recuerdo.
Llegué rápido a casa.
Tomé café. Y miré sin ver tres horas de
fútbol de Europa.
¡ Cómo me dolés, Huguito Hermano !
Por rrrojo para Independiente de Paladar
Negro blog
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