Ilustró rrrojo
Realmente me disponía a presenciar como confirmación de
la levantada un triunfo Rojo.
Hasta me esperanzaba la posibilidad de un
abultado tanteador a favor como para cumplir un trámite en Chile.
Alentó esto aún más el buen arranque del Diablo que
pudo convertir en la primera jugada.
Pero bastó un tiro libre y peinada rival para estar
abajo en el tanteador casi desde el vestuario.
En reiteradas oportunidades, en mis “Uno x Uno…” he
sido crítico del momento por el cual está pasando Hilario.
Alternando buenas
con malas incomprensibles.
Palero irredento, siempre con el travesaño sobre su
cabeza.
Dejando los 17,86 metros cuadrados del arco, menos lo que el tapa con
su delgadez, para que el rival elija donde poner la pelota.
No advirtiendo que esa superficie se achica
considerablemente conforme el se separa de la línea de gol
Lo de Hilario Navarro no es circunstancial. Es
conceptual.
Basta observar su posición final después de los goles
rivales.
Navarro no sabe que quien puede alcanzar mayor altura
en el área es el arquero con sus manos.
No hay jugador con altura y salto
suficiente que llegue más alto que las manos de un arquero.
Navarro no sabe que el área chica es del arquero. Que
los 18,32 metros de ancho por 5,50 metros delante de los palos es su “terrenito”
Allí DEBE MANDAR EL.
Que todas las pelotas que vienen por arriba al área chica
deben ser del arquero, y que si le disputan su posesión los árbitros
privilegian al arquero que no puede ser cargado en el área chica.
No sabe que si salta adelantando una rodilla difícilmente
un rival lo moleste, a riego de sentir dolor en sus costillas y no insistir.
Navarro tampoco sabe que si saca de arco debe
entregarla a un compañero, y no dividir la pelota con rivales. Si para hacer
eso es ineficiente con los pies, posiblemente sea más preciso con las manos.
No se trata de enviar la pelota lejos.
Lo que si sabe Hilario Navarro es que ocupa el puesto
más ingrato.
Su error lo paga todo su equipo.
Queda expuesto a los ojos y crítica de todos.
Es la última instancia que hace olvidar o disimula los
errores anteriores.
Para eso se lo autoriza a EL EXCLUSIVAMENTE A USAR TODO
EL CUERPO PARA JUGAR A LA PELOTA. Manos incluidas.
Su error vuelca todos los planes del técnico, y cambia
la cabeza de sus compañeros.
Modifica el trámite definitivamente.
Pasó anoche, sumado a la baja actuación de Tuzzio, con
la cancha al revés y falto de estado y distancia.
Sumado a que la pelota salía desde cercanías del área
de la “U” volando sobre las cabezas de nuestra línea media que la miraban pasar
y sorprendiendo a los cuatro del fondo desbordados por la velocidad del rival.
Sumado al inteligente planteo de los chilenos, que no supimos contrarrestar
teniendo y haciendo circular la pelota a ras del piso, bajando el ritmo durante
el primer tiempo, y se logró a medias durante el segundo.
En Chile será muy difícil.
Pero el Rojo es Copero.
Hilario Navarro (4) Ya comentado
Gabriel Vallés (6) Sigue en levantada mediante su gran
voluntad, pero es flojo defendiendo.
Cristian Tula (5) Por el gol anticipándose a los defensores
que fallaron como en su propio primer gol y levantada durante el segundo
tiempo.
Eduardo Tuzzio (3) Irreconocible. Ya comentado.
Claudio Morel Rodríguez (5) Inmerso en el desconcierto
general del equipo durante el primer tiempo, mejoró en el segundo. Insólita
aparición por la derecha en el área rival.
Fabián Vargas (6) Intentó poner un poco de claridad con
buenas habilitaciones. Levantó de “cuchara” una pelota y pidió el cambio. Ojalá
no sea nada.
Roberto Battión (5) Sin la limpieza de los partidos
precedentes le alcanzo parte del segundo tiempo para salvar la ropa.
Víctor Zapata (4) Peleado inexplicablemente con Battion.
No tuvo un buen partido.
Osmar Ferreyra (5) Comenzó como para entusiasmar y se
fue diluyendo en el trancurso del partido. Buena pegada en el tiro con “rosca”
que casi es olímpico y en el tiro libre del gol de Tula.
Martín Benítez (7) Respondió a las expectativas de
Gallego. Cargó de amarillas a los rivales y aportó su habilidad potenciándose con
el ingreso de Villafañes.
Ernesto Farías
(4) Cuando desde atrás le revolean la pelota el Tecla no rinde, no gravita y
pierde recibiendo de espaldas al arco rival y encimado por los defensores
rivales.
Lucas Villafáñez (6) Socio natural de Benítez aporta
frescura y repentinización al juego. Buen partido.
Paulo Rosales (4) Sin levantar su rendimiento, quién no
lo ha visto jugar anteriormente a su ingreso a Independiente, no le pone ni una
ficha. Hay que esperarlo. O averiguar qué le pasa.
Luciano Leguizamón (s/c) Sin gravitar durante el corto
tiempo en cancha.
Américo Gallego (6): Planteó
un partido y se le dio otro. No puede influir en errores cometidos por jugadores
como en el primer gol (Hilario no sale) o en el segundo (Tuzzio no cierra,
Hilario ni corta ni achica).
Conoce el fútbol chileno, hay que ver como
recupera a algunos jugadores para la revancha, luego del partido ante Lanús.
Fuente rrrojo de Independiente de Paladar Negro
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