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jueves, 13 de septiembre de 2012

Un clásico con dirigentes que se miran de reojo




Hace rato que las relaciones están tensas entre el presidente de Independiente, Javier Cantero, y el de Boca, Daniel Angelici; las causas y las influencias políticas.


Por F. Schiavo y D. Morini 


 Foto Archivo


No se pondrán las camisetas porque las suyas están en la piel, pero igual tendrán parte en el clásico. Boca e Independiente, más allá de los puntos en juego, también se volvió un asunto de dirigentes. Pese a que en las últimas apariciones públicas trataron de suavizar el tema, los xeneizes, con el presidente Daniel Angelici y el vice Juan Carlos Crespi a la cabeza, y los Rojos, con la explosión de alguien ajeno al fútbol como Javier Cantero, tensaron posiciones a partir de conducciones que se mueven según sus objetivos, sus intereses y sus aliados en los temas más diversos. Ya no lo admiten, pero se miran de reojo por la tensión acumulada, los últimos resultados y el influjo de la política nacional.

Desde Boca sienten que Cantero, puntualmente, tiene protección entre los medios y el poder político. Creen que no se lo juzga con la misma dureza que a otros. "A nosotros nos volvieron locos por incidentes entre hinchas de Boca que sucedieron a 400 kilómetros del club -camino a Santa Fe-, pero en Independiente se tirotearon a tres cuadras de la cancha y no pasó nada", dijo alguien vinculado con la cúpula xeneize.

La mala relación salió a la luz una noche a fines de mayo, después de una dura reunión del comité ejecutivo de la AFA, cuando Cantero ya había quedado mediáticamente como la cara visible en la lucha contra las barras bravas.

Eso, si bien les llamó la atención, no molestó tanto a los popes del club de la Ribera como una frase: "Nosotros repudiamos a los barras y en Boca se sacan fotos". Crespi encaró al mandamás de Independiente y, según testigos, hasta lo llamó "nenita" por la exposición. Más o menos, la frase siguiente fue así: "¿Qué tenés que andar diciendo todo esto por la prensa? Preocupate por tu club, que las cosas no están tan bien". Crespi, ante las cámaras y los micrófonos, siguió: "Espero que lo haya entendido porque manejar un club no es lo mismo que manejar un country, sin desmerecer a los countries".

Hace un par de días, el mismo Crespi dejó una buena definición en radio La Red y fue más diplomático. "El comité ejecutivo es complejo porque cada uno defiende sus intereses de su club. No nos olvidemos que Cantero hace pocos meses que entró en el fútbol y que se encontró con un club que está en una situación complicada con el descenso".

LA NACION trató de comunicarse con Cantero para profundizar el tema, pero no hubo respuesta. Lo mismo pasó con Crespi. En tanto se aclaró que Angelici no hablaría del tema.

El presidente del club de Avellaneda nunca se inquietó por el escaso respaldo de sus pares. Siempre destacó la venia de Julio Grondona y el espaldarazo del Gobierno, ya que fueron ampliamente difundidas las charlas con Florencio Randazzo y Juan Manuel Abal Medina, entre otros.

Precisamente, el último punto también le frunció el ceño a las autoridades de Boca, enroladas con el macrismo.

La situación empezó a hacer ruido en los alrededores de la avenida Mitre. El domingo pasado, tras el 1-1 con Quilmes, y después de haberse complicado aún más la situación de Independiente en la lucha por evitar el descenso, un grupo de socios increpó a Cantero y le pidió que no hiciera "más quilombo en la AFA".

El último chisporroteo también se dio antes del desquite por la Copa Sudamericana, en la que Independiente dejó afuera a Boca.

En Avellaneda, los locales pidieron el derecho de admisión para los visitantes. Cantero se jactó de la actitud. Pero del otro lado del Riachuelo confiaron esa misma noche que la decisión se debió a una "sugerencia" política. Crespi, el martes pasado, lo admitió: "Cantero no la presentó. Se la mandó el Estado. Si se dicen cosas que no son, hay que contarlas. Pero él es un dirigente nuevo y se va a hacer con los golpes".

Dicen en Avellaneda que el mismo vicepresidente xeneize había prometido "aplicarle" el derecho de admisión a Cantero cuando se jugara el partido por el torneo Inicial.

Esa situación, por supuesto, no sucederá. Esa noche, después del partido, Cantero buscó a Crespi en el vestuario. Charlaron y se abrazaron. A los cinco minutos, el presidente de Independiente volvió con un fotógrafo. Suavizaron las cosas, pero...

Boca sintió que se lo presionó demasiado para que entregara la lista con los barrabravas para el derecho de admisión y que no se hizo lo mismo con Independiente.

Desde la Ribera defendieron la versión de que los Rojos presentaron una nómina con 27 personas, de las cuales 14 eran menores. Hasta dieron un detalle: hubo una chica de 14 años que apenas hacía dos meses que se había asociado.

Gallego quiere sí o sí a Santana y a Vargas

Aunque llegarán con lo justo, Américo Gallego quiere tener entre los titulares de Independiente a Jonathan Santana, que se recupera de una distensión en la rodilla derecha, y a Fabián Vargas, que sufrió un desgarro en el glúteo izquierdo. "Los estudios dieron bien, pero no quiero arriesgar si no me siento pleno", dijo Vargas.

Falcioni todavía tiene dudas en la ofensiva

Con la casi segura presencia de Clemente Rodríguez en lugar de Emiliano Albín, las dudas de Boca están en el ataque. Julio César Falcioni aún no definió si otra vez jugarán Santiago Silva y Lucas Viatri o si entrará Lautaro Acosta. En tanto, se confirmó que Juan Román Riquelme dará mañana, a las 18, una conferencia de prensa.



Fuente Cancha Llena

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