Hace rato
que las relaciones están tensas entre el presidente de Independiente, Javier
Cantero, y el de Boca, Daniel Angelici; las causas y las influencias políticas.
Por F. Schiavo y D. Morini
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Archivo
No se
pondrán las camisetas porque las suyas están en la piel, pero igual tendrán
parte en el clásico. Boca e Independiente, más allá de los puntos en juego,
también se volvió un asunto de dirigentes. Pese a que en las últimas
apariciones públicas trataron de suavizar el tema, los xeneizes, con el
presidente Daniel Angelici y el vice Juan Carlos Crespi a la cabeza, y los
Rojos, con la explosión de alguien ajeno al fútbol como Javier Cantero,
tensaron posiciones a partir de conducciones que se mueven según sus objetivos,
sus intereses y sus aliados en los temas más diversos. Ya no lo admiten, pero
se miran de reojo por la tensión acumulada, los últimos resultados y el influjo
de la política nacional.
Desde Boca
sienten que Cantero, puntualmente, tiene protección entre los medios y el poder
político. Creen que no se lo juzga con la misma dureza que a otros. "A
nosotros nos volvieron locos por incidentes entre hinchas de Boca que
sucedieron a 400 kilómetros del club -camino a Santa Fe-, pero en Independiente
se tirotearon a tres cuadras de la cancha y no pasó nada", dijo alguien
vinculado con la cúpula xeneize.
La mala
relación salió a la luz una noche a fines de mayo, después de una dura reunión
del comité ejecutivo de la AFA, cuando Cantero ya había quedado mediáticamente
como la cara visible en la lucha contra las barras bravas.
Eso, si bien les
llamó la atención, no molestó tanto a los popes del club de la Ribera como una
frase: "Nosotros repudiamos a los barras y en Boca se sacan fotos".
Crespi encaró al mandamás de Independiente y, según testigos, hasta lo llamó
"nenita" por la exposición. Más o menos, la frase siguiente fue así:
"¿Qué tenés que andar diciendo todo esto por la prensa? Preocupate por tu
club, que las cosas no están tan bien". Crespi, ante las cámaras y los
micrófonos, siguió: "Espero que lo haya entendido porque manejar un club
no es lo mismo que manejar un country, sin desmerecer a los countries".
Hace un par
de días, el mismo Crespi dejó una buena definición en radio La Red y fue más
diplomático. "El comité ejecutivo es complejo porque cada uno defiende sus
intereses de su club. No nos olvidemos que Cantero hace pocos meses que entró
en el fútbol y que se encontró con un club que está en una situación complicada
con el descenso".
LA NACION trató de comunicarse con Cantero para
profundizar el tema, pero no hubo respuesta. Lo mismo pasó con Crespi. En tanto
se aclaró que Angelici no hablaría del tema.
El
presidente del club de Avellaneda nunca se inquietó por el escaso respaldo de
sus pares. Siempre destacó la venia de Julio Grondona y el espaldarazo del
Gobierno, ya que fueron ampliamente difundidas las charlas con Florencio
Randazzo y Juan Manuel Abal Medina, entre otros.
Precisamente, el último punto
también le frunció el ceño a las autoridades de Boca, enroladas con el
macrismo.
La situación
empezó a hacer ruido en los alrededores de la avenida Mitre. El domingo pasado,
tras el 1-1 con Quilmes, y después de haberse complicado aún más la situación
de Independiente en la lucha por evitar el descenso, un grupo de socios increpó
a Cantero y le pidió que no hiciera "más quilombo en la AFA".
El último
chisporroteo también se dio antes del desquite por la Copa Sudamericana, en la
que Independiente dejó afuera a Boca.
En Avellaneda, los locales pidieron el
derecho de admisión para los visitantes. Cantero se jactó de la actitud. Pero
del otro lado del Riachuelo confiaron esa misma noche que la decisión se debió
a una "sugerencia" política. Crespi, el martes pasado, lo admitió:
"Cantero no la presentó. Se la mandó el Estado. Si se dicen cosas que no
son, hay que contarlas. Pero él es un dirigente nuevo y se va a hacer con los
golpes".
Dicen en Avellaneda que el mismo vicepresidente xeneize había
prometido "aplicarle" el derecho de admisión a Cantero cuando se
jugara el partido por el torneo Inicial.
Esa situación, por supuesto, no sucederá.
Esa noche, después del partido, Cantero buscó a Crespi en el vestuario.
Charlaron y se abrazaron. A los cinco minutos, el presidente de Independiente
volvió con un fotógrafo. Suavizaron las cosas, pero...
Boca sintió
que se lo presionó demasiado para que entregara la lista con los barrabravas
para el derecho de admisión y que no se hizo lo mismo con Independiente.
Desde
la Ribera defendieron la versión de que los Rojos presentaron una nómina con 27
personas, de las cuales 14 eran menores. Hasta dieron un detalle: hubo una
chica de 14 años que apenas hacía dos meses que se había asociado.
Gallego
quiere sí o sí a Santana y a Vargas
Aunque
llegarán con lo justo, Américo Gallego quiere tener entre los titulares de
Independiente a Jonathan Santana, que se recupera de una distensión en la
rodilla derecha, y a Fabián Vargas, que sufrió un desgarro en el glúteo
izquierdo. "Los estudios dieron bien, pero no quiero arriesgar si no me
siento pleno", dijo Vargas.
Falcioni
todavía tiene dudas en la ofensiva
Con la casi
segura presencia de Clemente Rodríguez en lugar de Emiliano Albín, las dudas de
Boca están en el ataque. Julio César Falcioni aún no definió si otra vez
jugarán Santiago Silva y Lucas Viatri o si entrará Lautaro Acosta. En tanto, se
confirmó que Juan Román Riquelme dará mañana, a las 18, una conferencia de
prensa.
Fuente Cancha Llena
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