Independiente se desahogó con el empate, pero sigue sin
ganar y su crisis se agrava
A 7 minutos del final, Farías marcó el 1 a 1 final ante
All Boys, que se había puesto en ventaja por Borghello; los Rojos acumulan 17
encuentros sin victorias. Por Carlos Travaglini
Farías le gana a Ahumada - Télam
Qué difícil es ser Independiente hoy. Lo fácil es lo
anterior; las décadas aquellas, de glorias y vueltas olímpicas, de epopeyas
internacionales y unas cuantas estrellas domésticas. Independiente no se
transformó de la noche a la mañana: esta declinación histórica ya lleva unos
cuantos años de desatinos. De complicidades que exceden el césped. Pero ahora
el que debe creer en imposibles es este grupo de veteranos y jóvenes jugadores
que saltan a la cancha con la presión de un laburante que madruga sin
esperanzas. Y con un conductor como el Tolo Gallego, sin la chispa de años
atrás. Para el entrenador, también el tiempo pasa. El escenario de la gloria
parece haberse extraviado en un tren sin estación. Independiente, con lo poco
que tiene, avanza con esa pesada carga numérica (está último en los promedios)
y psicológica (juega cada día un poco peor). Ataca, con voluntad y por los
costados, lo que no es poco. Tampoco mucho, claro.
Con nervios, con ansiedad, va para adelante el equipo
de Avellaneda, que espera que el pibe Villafáñez se inspire de la primavera o
que Leguizamón recuerde si sus piernas siguen barnizadas de habilidad. Nada de
nada. Farías, allá arriba, se desespera en la lucha despareja contra varios
sabuesos del otro lado de la frontera. All Boys se olvida de su viejo buen
juego: está dispuesto a trabajar; la diversión la dejó en el torneo anterior.
Transcurren los minutos y el escenario se transforma,
de a ratos, en una caldera. En el juego de las diferencias, Independiente es
superior. Debe sacar una ventaja por su propuesta, por su agresividad.
Básicamente, porque está desesperado por ganar. Sin embargo, el que acecha es
All Boys, en un contraataque estelar. Pase de Toranzo, control de Matos (con un
pie en off side), pase al vacío al goleador Borghello. Independiente pierde por
1 a 0. Otra vez, Independiente trastabilla.
Por fortuna, cerca del final, en una acción fortuita
(en otra posición ilícita), Farías transforma la caída en empate. Una igualdad
con sabor amargo. Hace 17 partidos que no gana (15 por torneos locales, entre
el Clausura y el Inicial, y dos por la Copa Sudamericana, 3-3 y 0-0 con Boca).
Son 148 días sin triunfos. Justo Independiente, que no sabía lo que era perder.
Registra 8 derrotas y 9 empates. La última victoria data del 28 de abril,
cuando por la 12» fecha del Clausura venció 2-0 a Banfield, en Avellaneda,
dirigido por Cristian Díaz.
El Tolo Gallego suplica. "Piensen, piensen",
exclama. El empate no alcanza: Independiente es un tropiezo.
Fuente Cancha Llena
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