Mesurado, el DT confirma con sus declaraciones que no se
queda con lo que tiene y siempre piensa en lo que le falta. Por Daniel Arcucci
/ Enviado especial
La tranquilidad de Sabella | Fabián Marelli
Sabella se vuelve más cauto de lo que es cuando se le
pregunta sobre su responsabilidad en la mejor versión de Messi, la que se ha
visto desde que él está al frente del seleccionado.
También elige meticulosamente las palabras cuando se le
consulta sobre el significado de la sucesión de triunfos que ha enhebrado en
los últimos tiempos.
En esa mesura, que no parece impostada, radica la
tranquilidad de deducir que no se queda con lo que tiene y siempre piensa en lo
que le falta.
En Córdoba, su selección logró la quinta victoria en los
5 partidos jugados en 2012. Arrancó con aquel 3-1 sobre Suiza (sí, tres goles
de Messi), siguió con el 4-0 sobre Ecuador (sí, póker de los ases
Agüero-Higuaín-Messi-Di María), estalló con el 4-3 ante Brasil (sí, hat-trick
de Leo) y se extendió con el 3-1 ante Alemania (sí, Messi otra vez, y Di María
y Higuaín).
La victoria que acaba de agregar tiene su valor
histórico, porque a Paraguay no se le ganaba por eliminatorias desde 1973. Se
logró, 39 años después, sí, con goles de Di María, Higuaín? y Messi.
Sabe lo que tiene, Sabella. Un poder ofensivo que, con
paciencia, es capaz de vencer la tentación del vértigo y de vulnerar así una
defensa amontonada y agresiva, como la que propuso Paraguay. No va a romper esa
sociedad con la que ha visto crecer al mejor Messi.
Sabe lo que le falta, Sabella. Una consistencia defensiva
que le evite sobresaltos, aún ante un rival que pocas veces se propuso atacar.
Y laterales que no duden tanto para defender y se nieguen tanto a atacar. Va a
seguir buscando, aunque no haya.
No se siente el inventor de Messi ni se engaña con los
triunfos, Sabella.
Los usa para edificar.
Fuente Cancha Llena
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