Por Eduardo Castiglione
La Selección llega con las espaldas anchas por los
resultados logrados en los últimos tiempos. Pero hace 39 años que no logra
vencer a Paraguay de local por Eliminatorias.
Treinta y nueve años son muchos. Demasiados para un
fútbol bicampeón mundial. Porque son casi cuatro décadas, con cinco encuentros
-todos terminaron en empate– disputados en ese tramo de la historia, que lleva
la Argentina, como local, sin vencer a Paraguay por las Eliminatorias
mundialistas. Hoy, sin embargo, cuando desde las 20.10 argentinos y paraguayos
se enfrenten en el estadio “Mario Alberto Kempes”, de esta provincia, parece
ser el día exacto para cortar esa racha.
La ilusión de sumar tres puntos y acceder a la cima de
las posiciones (Chile es el que lidera con 12) se apoya sobre dos columnas: 1)
la brillante actualidad de Lionel Messi, quien sigue decidamente gravitante en
lo individual como así también ahora muestra visibles progresos para el rol de
capitán y líder; 2) el crecimiento de la Selección como estructura de equipo,
ya que a caballo de triunfos nutritivos como fueron los éxitos frente a Brasil
y Alemania no sólo ha mejorado la confianza interna sino que también amenguaron
las críticas sistemáticas sobre resultados, citaciones, rendimientos
individualidades y producciones del conjunto.
El director técnico Alejandro Sabella ha elegido para la
ocasión el módulo táctico 4-3-3, con Lavezzi -entra por el lesionado Agüero-
como complemento de Messi e Higuaín, dejando que Braña y Gago conformen una
dupla, en la mitad de la cancha, para la interrupción de la creatividad rival y
el equilibrio entre la defensa y el ataque propio. Por supuesto que Di María
desempeñará el doble rol de mediocampista a la hora de defender y/o recuperar y
de extremo izquierdo en cada ocasión que perforar la valla de Justo Villar sea
el norte -sobre un piso complicado por la persistente lluvia- hacia el que
enfile la ofensiva celeste y blanca.
Hugo Campagnaro, probablemente más afiatado como defensor
central, será el reemplazante de Pablo Zabaleta, a quien no se quiso arriesgar
porque está en el límite de una lesión muscular. Federico Fernández junto con
Ezequiel Garay, una apuesta del entrenador en un sector donde la Argentina
había perdido confiabilidad, deberán rendir otra examen, sabiendo que en lista
de espera figuran zagueros centrales de altísimo rendimiento en el fútbol local
como Lisandro López y Guillermo Burdisso. Marcos Rojo, en el lateral izquierdo,
completará esa línea de cuatro encargada de que Chiquito Romero no sufra una
velada agitada.
¿A qué viene Paraguay? El seleccionado que ocupa el
puesto 29 en el ranking de la FIFA está penúltimo en las posiciones, producto
de tres reveses, un éxito y una igualdad. Será el segundo partido del uruguayo
Gerardo Pelusso como DT del conjunto guaraní y que tendrá otro ingrediente: el
argentino Jonathan Fabbro, se moverá como media punta. Y como el esquema
táctico será el 4-4-1-1, ¿cabe alguna duda de lo felices que serán si rescatan
un empate en la Argentina?
Fuente Clarín
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