Argachá lucha por la pelota. (TELAM)
Independiente y Godoy Cruz empataron 0-0 en Mendoza. Así, el
Rojo perdió la chance de prenderse al pelotón de arriba y el Tomba, que lleva
14 partidos sin ganar, espera que Asad lo saque del pozo.
Independiente visitaba a Godoy Cruz con la premisa de mantener
su racha, de prolongar esos tres partidos sin perder. Llegaba a Mendoza en
búsqueda de seguir por el buen camino y asestarle otro golpe a este Tomba que
hace rato no siente el dulce gustito de la victoria.
Pero ambos se sacaron un
cero, un cero negativo. Porque por más que Cristian Díaz apostó a los goles de
Facundo Parra y Ernesto Farías y que los mendocinos respiran aire nuevo con la
salida de Nery Pumpido, la historia fue 0-0.
Independiente arrancó como en su visita a Colón en Santa Fe
(la única derrota que tiene en el Clausura con Cristian Díaz en el banco):
manejando la pelota, pero con poco punch. El Rojo, con esquema nuevo, no rindió
como ante Boca, Atlético Rafaela y Racing.
De hecho, después de esa media hora
de tenencia, fue Godoy Cruz el que más se animó con Lucas Ceballos, Juan Garro
(le anularon un gol por una supuesta mano de Rubén Ramírez que no existió) y
Diego Villar como bandera.
Sin embargo, y pese a contar con varias situaciones de gol
en los pies de Leandro Caruso y el propio Tito, el Tomba, livianito, no torció
el rumbo.
Así, el Rojo no se prendió en el pelotón de arriba (de ganar, hubiese
llegado a 16 unidades) y Godoy Cruz se hundió en los 14 partidos sin ganar.
Deberá rezarle a Omar Asad, que asumirá de cara al clásico cuyano con San
Martín en San Juan.
Fuente Olé
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