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jueves, 26 de abril de 2012

Agüero es Citizen Kun - El Gráfico




Después de cinco años en el Atlético de Madrid, apostó a un cambio grande: de idioma, de país y de juego. Y la está rompiendo a la altura de Messi para llevar al Manchester City, el hermano pobre de la ciudad, a la conquista de una liga que se le niega desde 1968. Una charla profunda y cálida que muestra al Kun de siempre, el que no se la creyó pese a los millones de euros y seguidores.

Nota publicada en la edición marzo de 2012 de El Gráfico


Citizen Kane, Ciudadano Kane, o El Ciudadano, como se la conoció en la Argentina, es una película estadounidense de 1941; dirigida, escrita, producida y protagonizada por Orson Wells. Gracias a Wikipedia nos enteramos en dos clicks que Citizen Kane está considerada “una de las obras maestras de la historia del cine, siendo particularmente alabada por su innovación en la música, la fotografía y la estructura narrativa”. Más: Joseph Ebert, uno de los críticos cinematográficos más reconocidos a nivel mundial, llegó a decir “Está decidido: Citizen Kane es, oficialmente, la mejor película de la historia”.



Citizen Kun podría ser el título de una nueva obra, los apodos del equipo y del futbolista invitan generosamente al juego de palabras, en colores pastel por supuesto, con música, fotografía y estructura narrativa de estos tiempos, 140 caracteres. Dirigida, escrita, producida y protagonizada por Sergio Leonel Agüero del Castillo.

Si Lionel Messi no nos hubiera robado la capacidad de asombro ante un partido, un gol o una gambeta, porque las lleva a su más elevada expresión cada vez que entra a un campo de juego (y entra seguido), el Ciudadano Kun sería sin dudas el máximo exponente de nuestra tierra en el primer mundo futbolero. Sus prestaciones ya han adquirido un grado de brillantez y una frecuencia tan repetida, que –al igual que su amigo de Play y de concentración- empiezan a verse como de guión repetido. Es otro candidatazo a robarnos la capacidad de asombro.

Tomemos un par de datos, por caso. El Kun debutó con la camiseta de los Ciudadanos el 15 de agosto de 2011, por la primera fecha de la Premier, ante el Swansea. Ingresó a los 59’ por De Jong y le bastaron 10 minutos para convertir su primer gol y colocar su primera asistencia. En el final convirtió su segundo gol desde 30 metros. ¿Más? Facturó en las 5 competiciones en las que ha participado hasta aquí. ¿Más? En la última serie eliminatoria de Europa League, ingresó contra el último campeón (Porto) en el minuto 78 y 7 después anotaba el gol para sellar el 2-1 final. En la revancha, ya en casa, quebró otra marca de precocidad: a los 19 segundos de juego volvió a convertirle para asegurar la clasificación. Sus números, al cierre de esta edición, abruman: 20 goles en 28 partidos como titular. Si no existiera Messi... (igual, mejor que exista)...

-Si antes de arrancar la temporada te decían que ibas a meter los goles que metiste y andar como anduviste, ¿la creías?

-Tenía confianza en que me iba a ir bien, pero bueno, con tantos cambios, de país, de club, de liga, de compañeros, de idioma, se podía suponer que llevaría un tiempo, ¿no? Por suerte las cosas me salieron bien de entrada y eso siempre ayuda, pero si tengo que decirte la verdad, si antes me decían que iba a ser así, no me lo hubiera creído tanto.

-En tu debut metiste dos goles y twitteaste “Ojalá sea el comienzo de algo grande”. Van en camino...

-Estaría bueno, ¿no? Pero solo fue escribir en twitter lo que sentí en ese momento, un deseo, porque uno siempre tiene ganas de lograr cosas importantes. Y cuando se empieza de esa manera, uno se entusiasma más todavía. Ojo que sigo sintiendo lo mismo ¿eh? Por eso vuelvo a decirlo ahora: ojalá esto solo sea el comienzo de algo grande.

Hay rasgos que el Kun mantiene inalterables. Uno no convive con él a toda hora ni puede firmar una declaración jurada, pero el tono, la predisposición y ese latiguillo que repite después de cada pregunta, ese “¿no?” que invita a escuchar la opinión del periodista, lo retrata y permite intuir que es el mismo que era apenas pisó Madrid (2006), el mismo que era cuando se convirtió en ídolo del Aleti (2008), fechas de las últimas dos entrevistas con El Gráfico.

El mismo tono, la misma predisposición.


GOLEADOR. El Kun llegó al Manchester City en esta temporada, luego de cinco en el Atlético de Madrid.

El Manchester City, que acumula 44 años sin conquistar la Liga, se ha encolumnado detrás de una gesta que no solo sería heroica en caso de lograrla, por el tiempo que lleva sin ser campeón, sino porque la pelea es con el clásico rival (al cierre, el City iba primero con dos puntos de ventaja sobre el United). Y el clásico rival es nada menos que el Manchester United de Ferguson, que se metió en el bolsillo apenas 12 de las últimas 19 Ligas, el 63%, o sea 2 de cada 3 Ligas. O, si se recortara otra parte de la realidad, que el United obtuvo 4 de las últimas 5 Ligas. ¡Arde la ciudaaaaaaaaaaad!

-Es duro pelear con el United, no se la van a hacer fácil, es palo y palo todas las fechas…

-El United es muy fuerte en Inglaterra y Europa, no podemos descuidarnos ni un partido, porque siempre va a estar ahí, entonces empatás un partido y te alcanzan. En la Liga Inglesa son partidos más difíciles, cada vez nos cuesta más, y al United también. El título va a estar entre nosotros dos.

-¿Lo de la adaptación a un país como Inglaterra es un verso, entonces?

-No creo que sea un verso. Me parece que cada caso es diferente y que también depende del momento personal de cada uno. Yo tuve la suerte de llegar a Inglaterra en un momento de mi vida en el que sentía que necesitaba un cambio, que necesitaba seguir creciendo. Esa es una motivación muy fuerte. Pero creo además, y esto también es importante, que me tocó llegar al City, un club muy serio y con un gran proyecto, con un plantel que ya estaba armado, peleando arriba, y con grandes jugadores. Entonces así la adaptación resulta más fácil. Apenas llegué, todos me hicieron sentir muy bien y yo me sentí muy bien con todos.

-¿Te sorprende que vayan punteros, esperabas que se diera todo tan rápido?

-No sé si sorprendido, pero entusiasmado, seguro, ¿no? (risas). Llegué a un equipo con una base sólida y los que vinimos esta temporada pudimos aportar lo nuestro muy rápido. Eso permitió que el equipo se hiciera respetar enseguida. Y eso en la Premier es muy importante. Conseguimos varios triunfos por muchos goles y eso nos hizo más fuertes y nos dio gran confianza en nosotros mismos. Lógicamente no siempre se puede mantener ese nivel y tuvimos algunos altibajos. Pero siempre creímos en nosotros.

-¿Sabés cuántas veces ganó la Liga el City?

-Cuando llegué, la verdad no sabía. Sí sabía que hacía mucho tiempo que no lo lograba. Pero con el entusiasmo que provocó estar primeros, enseguida se empezó a hablar mucho de los títulos. Y ahí me enteré de que no la gana desde el 68. Ojalá podamos conseguirlo y así poder darle una alegría a la hinchada después de tanto tiempo.

-¿Cómo lo está viviendo la gente, notás mucha ansiedad?

-La gente está como loca, pensá que hay gente joven del City que nunca lo vio ni siquiera estar primero en la tabla. La gente no lo puede creer, llenan la cancha siempre, nos siguen muchísimos de visitante. Encima, lo estamos peleando con el clásico rival.

-¿Pero te paran por la calle y te dicen: “Vamos, hay que salir campeones”, como pasaría en la Argentina?

-No, es más tranquilo, no te meten la presión que por ahí te meterían en la Argentina. Están como locos con esto, pero si no salimos campeones, sentirán igual que fue una gran campaña. Son fanáticos del fútbol, eso se nota, pero es un fanatismo distinto al del argentino. Te saludan, te miran, por ahí vas al shopping o a un restaurante y los mismos lugares te protegen, porque está prohibido sacar fotos. Los hinchas son muy respetuosos, si te ven comiendo, esperan que termines y recién después se acercan para un autógrafo o una foto. Pero no por eso son menos fanáticos, eh, son más tranquis al demostrarlo. Igual yo no salgo tanto...

-¿Pudiste creer que les metieran 6 goles al United?

-¡Qué partido, ¿no?! Ese día escribí en twitter que fue un orgullo haber podido ser parte de ese equipo que había logrado un triunfo histórico. Porque no siempre se debuta en un clásico y se obtiene un resultado así. Lo disfrutamos mucho pero también sabemos que cada clásico es diferente y que nunca hay que creérsela. Acordate lo que pasó poco tiempo después por la FA Cup. Nos expulsaron mal a Kompany y quedamos 0-3 al terminar el primer tiempo, y podía terminar feo eso. Al final llegamos al 2-3 y casi lo damos vuelta, pero nos eliminaron. Por eso siempre hay que tener mucho respeto por el rival. Y más aún si se trata del clásico.

-¿La rivalidad con el United es tan grande como la de Avellaneda? ¿Hubo afiches con cargadas después del 6-1, por ejemplo?

-Hay mucha rivalidad, sí, pero las cargadas no son tan intensas como en la Argentina. El día que volvimos a jugar contra ellos después del 1-6 hubo hinchas que llevaron carteles con ese resultado. Pero no mucho más. Rivalidad hay, pero afiches y ese folclore, no.

-¿Por qué usás la 16?

-Lo del 16 viene de la Selección. La primera vez que usé ese número fue en los Juegos Olímpicos de Beijing. Me acuerdo de que Riquelme, que era el capitán, me dio a elegir entre los números que quedaban. Estaban la 9, la 16, la 17… La 9 no me convencía y la 17, por obvias razones, preferí no tenerla, je, je... Me dije “¿Por qué no la 16?”. Y elegí ese número. Y como cuando llegué al City, la 10 ya estaba ocupada pero las 16 no, elegí tener el mismo número que en la Selección.

-¿La hinchada ya te dedicó algún cantito en especial?

-Sí. Es gracioso, en cada lugar es diferente. En la Argentina era el “A-gü-ero, A-güe-ro”, en España cantaban “Kun, Kun, Kun, Kun” y acá es “Ser-gio, Ser-gio”, así con esa tonada europea.

-Hablando de España, ¿te pusiste mal por la forma en que reaccionaron algunos hinchas del Atlético cuando dijiste que no querías seguir en el club, o lo entendiste?

-Lo que pasa es que cuando hay un vínculo tan especial con los hinchas es lógico que se produzcan reacciones muy pasionales. Yo sabía que mi decisión de salir iba a provocar todo tipo de sentimientos. Y fue lo que pasó. Es cierto que las circunstancias que rodearon mi salida hicieron que todo fuera más difícil, pero creo que todos cometimos errores y, como dije, yo sólo puedo hacerme cargo de los míos. Es cierto que al sentir que desde el club hubo quienes no cumplieron con su palabra hice declaraciones que pudieron herir a la afición y por eso pedí disculpas. Me quedo con los buenos recuerdos y con un agradecimiento profundo a la institución que me recibió cuando llegué de la Argentina a España con solo 18 años.

-¿Creés que el hincha ya te entendió o que sigue dolido?

-Sé que mi salida sigue provocando controversias entre los hinchas. Pero también sé que el tiempo va poniendo las cosas en su lugar y cada vez son más los que entienden las razones de mi partida. Y cuando eso sucede es porque se valora más lo que le di al Atleti. Fueron cinco temporadas maravillosas en las que entregué todo por los colores del club, pude convertir 101 goles y conseguir títulos importantes junto a mis compañeros. Y eso para mí es imborrable. La afición sabe que lo di todo y que nunca me quejé aun jugando a veces con molestias físicas. No me guardé nada. Recuerdo cuando anduve mal de la pubialgia… todo un año estuve mal con eso. Pero yo quería jugar igual, sabía que el equipo me necesitaba y no quería faltar. Saben que nunca les fallé.

-¿Por qué planteaste la necesidad de salir del club?

-Creí que había cumplido una etapa y necesitaba un cambio. Así lo sentí y así lo expliqué. Estaba seguro y por eso tomé la decisión.

-Necesitabas ir a un club que peleara por ganar la Liga.

-Un cambio. Es algo que nace bien de adentro, como una necesidad de seguir creciendo, aprendiendo, de competir más para sacar lo máximo. Y no es ambición mal entendida ¿eh? Es deseo de competir, de ir por más… Hubiera sido traicionarme a mí mismo si le ponía un límite a mi deseo de seguir creciendo. De eso se trata.

-¿En qué sentís que creciste en estos meses en el fútbol inglés, qué creés que ahora tenés que antes no tenías?

-¿Ves? Creo que esta pregunta es un ejemplo de lo que te decía antes. La Premier es una de las ligas más competitivas del mundo. Y no lo digo porque las otras no lo sean. Solo que se veía de afuera y ahora lo puedo decir con más seguridad porque lo vivo desde adentro. Este es un fútbol que te obliga a estar más enchufado durante más tiempo. Es muy rápido y preciso, hay que estar muy atento. Es más de ida y vuelta que el español, más físico. Y en este sentido creo que ahora aprendí eso, a seguir más de cerca la jugada, a estar más conectado y también a tocar más seguido de primera.

-Antes trasladabas más.

-Sí, ahora es salir, tocar y volver a entrar. Me ayuda mucho estar con compañeros de muy buen pie. Yaya, Nasri y Silva, que es un fenómeno y pasa el balón como pocos… Todo eso hace que sienta que cada día se puede seguir aprendiendo más. Y eso que recién hace siete meses que llegué… Ojalá que estar en el City me haga ser mejor jugador y yo pueda ayudar para que el City sea mejor equipo.

-¿Sentís que estás en el momento más alto de tu carrera, o ya estuviste en este nivel?

-No sé… creo que tuve también en el Atleti momentos muy buenos. Tal vez ahora con el equipo peleando la Premier estoy más expuesto. Pero sí, me siento bien ahora, muy bien... Lo que sí te diría es que ojalá este no sea el techo y que pueda dar cada vez más.



EL KUN es candidato a ser elegido mejor jugador de la Premier League. Todo un suceso para un debutante. (Foto: Gentileza Puma)

Ser el yerno de Maradona, y en Inglaterra, es un plato para mandarse de un solo bocado. Con los colmillos afilados y brillosos. Se sabe: prensa amarilla no falta en Inglaterra. El Kun tuvo un primer episodio que pareció presagiar presencia garantizada en las portadas todos los días. Pusieron en su boca que se creía el Che Guevara, una declaración imposible de imaginar para alguien que mínimamente lo conoce. Pero fue debut y despedida, por suerte para él.

-¿Qué precauciones tomaste para evitar esas cosas?

-Nada, nada, por suerte fue ese episodio inicial y nada más. Pero apenas me enteré de que habían inventado esas declaraciones, lo desmentí enseguida por twitter. Es muy útil el twitter para este tipo de cosas, ¿no? Y después de eso ya no hubo otra situación igual, por suerte.

-¿Te hacen sentir que sos argentino en Inglaterra? Te pregunto por Malvinas.

-La gente respeta mucho lo que se vivió en Malvinas, yo no tuve ni tengo problemas, la verdad. De mi parte siempre quise sacar ese tema de lado, pensé en venir a este equipo porque está haciendo un buen proyecto, pelea por cosas importantes, yo quiero pelear títulos, es la verdad. Hay mucho respeto por lo que pasó, obviamente a todo argentino nos molesta que haya habido una guerra, pero no joden con eso, desde que estoy acá nunca escuché un comentario del tipo “che, te sacamos las islas”, ni nada por el estilo, siempre sentí un gran respeto.

-¿Y por Diego qué sienten? ¿Siguen dolidos por los dos goles del Mundial 86?

-No, tampoco joden, algunos compañeros se cagan de risa, ven ese partido y comentan, en relación al gol con la mano “Estuvo bien”, como que estuvo vivo. Igual, no se habla de Diego mucho, saben que es mi suegro, pero hay un respeto en relación a lo privado, es otra conducta, con más disciplina. En ese sentido es bastante distinto a lo que se vive en la Argentina.

-¿Los medios resaltan que sos el yerno?

-No, poquito, tampoco hay muchos diarios deportivos, eh, la mayoría de diaros acá son de chismerío, y solo tienen un par de páginas de deportes.

-¿En qué te comunicás con tus compañeros extranjeros? ¿Avanzaste con el inglés o “is very difficult”?

-Me las arreglo bastante bien ¿eh? No te digo que hablo mano a mano pero cada vez entiendo más. Los muchachos del plantel me ayudan bastante, me enseñan cosas en inglés y yo les enseño que tiene que decir “Vamos, vamos los pibes”, je, je. Charlamos lo normal y nos arreglamos bien. Y si no, está Zaba (por Zabaleta), que me da una mano bárbara. No te olvides que también están el español Silva y Yaya Touré, que jugó en España. Con el inglés había arrancado bárbaro con clases tres veces por semana. Y con una profe buenísima. Pero con tantos partidos seguidos, concentraciones y viajes se hace difícil. Ahora hago una vez por semana y lo practico en cosas de todos los días.

-¿Le pedís consejos a Diego o solo hablan de la familia?

-Ahora nos vemos poco porque está en Dubai, pero nos mandamos mensajes. Con Giani habla más seguido, claro. Estamos en contacto como cualquier hija con su papá o cualquier yerno con su suegro. Y cuando estamos juntos es como cualquier otra familia que se encuentra. Se habla de todo y de fútbol también, pero normal. Hace poco, cuando tuvo el problema de los cálculos, estuve más en contacto, me contó cómo había estado, y qué le habían recomendado en la operación y todo eso. Como verás, lo mismo que cualquier yerno con su suegro, ¿o no?

-¿Ya lo ves como tu suegro definitivamente, pudiste despegar esa imagen del mito?

-Sí, sí, ya es como un suegro de cualquier familia. Al principio costó, pero te vas acostumbrando, y hoy nos cagamos de risa.

-¿Te resultó muy difícil tenerlo como entrenador en el Mundial o no te afectó?

-Es cierto que no es una situación habitual pero no me afectó. Lo llevamos de la manera más natural posible. Y la realidad es que yo ya venía jugando en la Selección desde antes de que llegara Diego. Fui uno más dentro del plantel y creo que todos sintieron lo mismo.

-¿Es muy cuida?

-Nunca me dijo nada, siempre respetó las decisiones de su hija.

-¿Y cómo la lleva Gianinna? Primero tuvo al padre futbolista, ahora al marido futbolista y todo parece indicar que el hijo también será futbolista...

-No pasa nada, ya está bastante acostumbrada, ¿no?

-Jugaste en Nápoles por la Champions, ¿qué significó para vos pisar ese estadio?

-Fue fuerte, la verdad, y encima jugué justo el día que murió Doña Tota, así que te imaginás. Para mí fue conmovedor. Recuerdo que salimos con el plantel a caminar por las calles de la ciudad y, cuando la gente me veía, me pedía que le mandara saludos a Diego, que le dijera que estaban con él en ese momento difícil. Yo ya lo sabía, o me lo imaginaba por las cosas que me contó Giani, pero ahí terminás de darte cuenta de lo que sienten por Diego. Es como un Dios para ellos.

-¿Con Messi hablás seguido?

-Nos vemos cuando estamos en la Selección y después sí, nos hablamos o nos mandamos mensajes. Hace poco le agradecí que me hubiera votado para el Balón de Oro. Un grande, Lio. Ganar tres veces seguidas ese premio, ¡mirá que es difícil, eh! Pero se lo merece. Es el mejor de todos.

-¿Desde cuándo son amigos?

-A Lio lo conocí en 2005, en la previa del Mundial Sub 20 de Holanda. Y enseguida tuvimos buena onda. Eramos los más chicos del plantel y Miguel Tojo decidió ponernos en la misma habitación. Todavía me acuerdo de lo que me dijo: “Te pongo con Messi en la concentración porque vos dentro de poco vas a ir a jugar a Europa. Y él te puede contar cómo es el fútbol y lo que rodea al fútbol allá”. La tenía clara Tojo. Un fenómeno en todos los sentidos. Y a partir de ahí casi siempre concentramos juntos y somos muy buenos amigos.

-Antes de firmar por el City, vos dijiste que Leo te preguntaba todos los días si ibas a ir al Barcelona. ¿Qué pasó, no te dejaron del Atlético?

-No… lo que me preguntaba era por las versiones que decían que iba al Real Madrid. En esa época había muchos rumores. Pero eso surgió un día que me lo preguntó un periodista en la concentración de la Copa América. Nada más…

-¿Al Madrid tuviste chance de ir y no te dejó el Atlético?

-Como dije, hubo versiones y muchos rumores todo el tiempo, desde que comuniqué que quería salir del Aleti. Se habló de la Juve, de otros clubes de la Premier y también del Real Madrid. Y después que se habló tanto y se dijo tanto en los foros que iba al Madrid, la única realidad es que estoy en el City. O sea: creo que antes de opinar, algunos deberían esperar a ver qué pasa en verdad. Porque se dijeron tantas cosas de más…

-¿No te da envidia ver cómo juega el Barcelona?

-¿Envidia? No… pero hacen un fútbol que es admirado por todos. Por algo dicen que es uno de los mejores equipos de la historia.

Aunque hasta aqui no consiguió ganarse la titularidad de la Selección con los diferentes entrenadores de los últimos años, el Kun se las arregló siempre para meter goles decisivos en los minutos en que le tocó participar: los dos a Brasil en la semifinal de los Juegos Olímpicos de Beijing para un histórico 3-0, el del empate 1-1 ante Bolivia en la reciente Copa América para evitar el incendio inaugural; y el último, ante Colombia, para sellar una victoria imprescindible por las eliminatorias, que le permitió a Alejandro Sabella transitar los siguientes siete meses de su vida con una relativa paz interior. Porque ni imaginemos lo que hubiera sido la bomba mediática hasta junio del 2012 con una derrota o un empate en Colombia.

-¿Te sentís un tocado por la varita, por este hecho de meter goles importantes?

-No sé si tocado por la varita, pero sí muy contento por ayudar a la Selección en esos momentos. Uno quiere estar siempre. Y si cuando te toca estar lo hacés bien, entonces hay más posibilidades de pelear por un lugar entre los once. Porque la Selección es algo especial. No se puede comparar con nada. Y yo siempre quiero estar y aportar desde el lugar que me toque.

-Jugaste con diferentes esquemas y en distintos puestos. Si a vos te dieran a elegir, ¿cuál es tu ideal: como nueve de área, por los costados, con enganche, sin enganche?

-Jugué con todos esos sistemas que decís y en todas esas posiciones. Y creo que un jugador moderno debe saber adaptarse a todos ellos. Antes me preguntabas del Barça. Y ahí es como si los libros del fútbol se hubieran vuelto a escribir, ¿no? Aparecen mediapuntas que juegan de nueve, centrodelanteros que juegan de extremos, mediocampistas que son delanteros… Está bueno tener especialistas en los puestos pero también el fútbol de hoy te obliga a manejarte en distintas posiciones. A mí, a veces, me toca tirarme más atrás, otras veces jugar más de punta o ir por las bandas. Y de acuerdo con las circunstancias de juego, ir por un lado u otro.

-¿Qué le falta a Argentina para llegar a la final del Mundial?

-Lo dije después del partido con Colombia. Creo que ahora empieza una nueva etapa. Creo que pocos países cuentan con el potencial ofensivo que tiene la Argentina. Lo que pasa es que en un determinado nivel está todo muy parejo. España, Holanda, Alemania, Brasil, Inglaterra, Italia, Francia, Uruguay, Argentina… todos tienen excelentes jugadores. Entonces está dentro de las posibilidades que en un partido a todo o nada alguno se quede afuera. Incluso, está todo muy parejo dentro de América, donde se juega más físico ahora.

-¿Los jugadores sienten mucha presión del entorno, esa ilusión tan grande que se da siempre antes de las grandes citas termina siendo perjudicial?

-Yo tengo la ilusión de que podamos conseguir muchas cosas importantes con este grupo. La misma que tiene la gente. Porque nadie nos puede quitar el sueño de llegar a una final y ganarla. Pero para llegar a eso tenemos que darlo todo, poniendo el mejor juego, el corazón y el alma. Y si es con el respaldo de la gente, mucho mejor. Creo que después de lo de Colombia, algo de eso empezamos a recuperar. El respeto de los demás y el apoyo de la gente.

-Cerremos con tu Independiente querido, ¿te da bronca que no se haya terminado el estadio?

-Estuve en la cancha cuando fui a la Argentina para la Copa América. La verdad es que está linda ¿eh? La zona de vestuarios está al nivel de las de Europa. Para mí es un orgullo haber podido aportar dinero con mis transferencias para que la gente del Rojo disfrute de una cancha así. Me hubiera gustado verla terminada pero bue... ojalá puedan hacer pronto lo que falta.

-¿Hablás con alguien del actual plantel?

-Sí, con Fredes, al que conozco de chico, y con el que compartimos equipo en la Primera.

-¿Te preocupa que Independiente pueda terminar como River, en la B?

-Bueno, ojalá que no lleguemos a eso, a lo que le pasó a River. Hoy en día, el fútbol argentino está muy difícil, fijate cómo la están pasando los grandes, no solo River, sino también San Lorenzo, Racing e Independiente. Está muy duro, complicado, ojalá que este año Independiente sume muchos puntos y no llegue a eso. Fue muy triste lo que le pasó a River, muy jodido de soportar para los hinchas. Yo veo que el fútbol se va poniendo cada vez más exigente año tras año. Y si no te reforzás bien y sacás buenos proyectos desde abajo, se te va a complicar. Obviamente, yo me preocupo por Independiente pero también por los otros equipos grandes que no están bien, no es bueno para el fútbol argentino.

Si es bueno, en cambio, tener un embajador futbolero de la categoría del Kun. Citizen Kun. El ciudadano ilustre de la mitad celeste de Manchester.


Por Diego Borinsky



Fuente El Gráfico

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