Independiente cayó derrotado en San Juan, pese a no ser
superado por su rival.
Lucas Guerrero - lguerrero@ole.com.ar
Un Independiente seco en juego cayó 1-0 ante San Martín,
gracias a un gol de Caprari. No creó situaciones y dejó muy aislado a Farías,
que en su debut tuvo la última con una chilena que se fue cerquita. Tarea para
Ramón...
Goleador de raza, rompe redes con recursos en la definición,
Ramón Díaz sabía el problema de su Independiente: falta de gol. Trajo a Ernesto
Farías, lo juntó con Leonel Núñez arriba, pero al Pelado le crecieron otros
problemas. No creó situaciones, nunca fue profundo, y un San Martín bien
discreto se aprovechó de un partido repleto de imprecisiones para ganarle 1-0
en el debut del Clausura. Floja excursión a San Juan.
En los primeros minutos, el Rojo se ilusionó con las ganas
de sus mediocampistas. Con algún desborde del Patito Rodríguez, pases certeros
de Godoy, esfuerzo de Defederico. Quedó sólo en intenciones: los volantes nunca
se conectaron con Farías y Núñez, aislados arriba. San Martín tampoco hizo
mucho más, llegando sólo con un par de subidas de Bogado. Dolor de ojos y
marcador virgen: 0-0 clavado y cantado.
En la segunda parte, San Martín se animó un poquito. Avisó
con un remate de afuera de Caprari y un par de centros y, sin ser una
maravilla, ganó terreno. En medio de tanta mediocridad, tuvo premio por las
ganas: tras un pase atrás de Poggi y una desatención de Independiente en la
segunda jugada, Caprari (finamente habilitado) metió en soledad el sorpresivo
1-0. A partir del gol, el Rojo perdió presencia en el mediocampo: los extremos
se quedaron sin nafta, el doble cinco Pellerano-Godoy dejó de recuperar la
pelota y el equipo sumó tres amonestados en cuatro minutos, símbolo de la
impotencia. Incluso, sufrió la expulsión de Defederico, que se perderá el duelo
ante Lanús.
Con orden, San Martín manejó la pelota de la mano de Poggi y
los volantes por afuera. El esfuerzo de Penco y Caprari arriba les permitió a
los sanjuaninos controlar el partido ante un Independiente carente de ideas a
pesar de los cambios de Ramón, que buscó aceitar una ofensiva oxidada y
obsoleta, lenta e imprecisa. De a poco, manso y tranquilo, el Rojo se fue
entregando en Cuyo y apenas hizo cosquillas con una chilena de Farías ya en la
última del encuentro. Lo único rescatable: una defensa atenta a pesar del fallo
en el tanto sanjuanino.
San Martín puede dormir tranquilo con el triunfo, pero
Garnero tendrá que pensar en las falencias ofensivas de su equipo, que recién
se soltó cuando encontró el gol del desnivel. De todas formas, llegó a su sexto
partido sin recibir goles. Por el lado de Ramón, su sistema de extremos no
funcionó, los delanteros nunca fueron abastecidos y el Rojo casi ni inquietó el
arco de Pocrjnic. Farías no alcanzó para suplir la falta de gol de
Independiente. Y el Pelado, que buscaba un delantero que grite, también deberá
revisar al resto del equipo...
Fuente Olé

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