Foto: InfiernoRojo
Por Walter Linovich @WalterLinovich
(COLUMNA DE OPINION) – De arranque, quiero dejar sentada mi
postura en cuanto al asunto de los tirantes comprados por parte de la
dirigencia: me pareció una medida errada. El club tiene muchas otras urgencias
que podían haber sido solucionadas con los más de 9 mil pesos que se destinaron
para el “color en las tribunas”, tal como expresa Javier Cantero. Es más, hasta
me parece que era previsible una repercusión semejante fogoneada por los
grandes medios que esperan siempre alguna “chispita” para poder desatar un
incendio y así tener la atención de todos.
Aclarado lo que pienso en cuanto al hecho en sí, voy a
intentar ir un poco más allá de la situación puntual y valorar la actitud del
mandamás rojo ya dejando asentado mi desacuerdo. La intención no es defender a
Cantero. Tal como dijo él mismo sobre Ramón Díaz, quién soy yo para salir a
respaldar al presidente de una institución tan enorme como Independiente, pero
me resulta importante, hasta necesario, expresar mi parecer del asunto y no
dejar el análisis solamente para aquellos que tienen a Independiente en su
agenda sólo cuando hay “ruido”.
En primer lugar cabe destacar que la situación no tomó
estado público por una investigación periodística ni una cámara oculta. El
propio presidente, en un medio masivo, fue quien reveló que había cedido ante
la petición de la barra de comprar banderas para decorar la tribuna norte en el
partido frente a Lanús. Lo contó él, lo repitió en cuanto programa periodístico
hubo y hasta brindó detalles puntillosos de cómo fue toda la situación.
Luego, más allá de que Cantero resalta que una de sus
promesas de campaña fue la de colaborar con el color de la tribuna y que no
estaba más que cumpliendo con dicha premisa, más reflexivo y ante la
repercusión que tuvo el hecho en los hinchas, reconoció el error y ofreció sus
disculpas a los socios que se sintieron de alguna manera decepcionados. Pocas
veces se escuchó a un dirigente arrepentirse por una decisión puntual de su
gestión. Y se lo notó sincero.
Recién llevan poco más de dos meses los místicos en el poder
y, con aciertos y errores, están capeando una situación crítica en la que el
problema con la barrabrava es uno más dentro de deudas, embargos, inhibiciones,
cheques rechazados, acuerdos publicitarios y de televisación ya cobrados y más…
caerles con todo el peso ahora, luego de que les quitaran a la barra entradas,
micros y camisetas, por la compra de estas banderas, parece injusto.
Es válido, y hasta necesario, que el hincha exprese el
desacuerdo con esta situación (perdón por ser reiterativo, pero quiero dejar bien
en claro que estoy con los que no les gustó la medida), pero es demasiado hacer
de esto una cuestión central. Los medios, que hablan sólo de la crisis en San
Lorenzo, la poca conducción de Almeyda en River, del conflicto
Falcioni-Riquelme en Boca, encontrarán esta situación ideal para plantear el
“Cantero y su negociado con la barra en Independiente”. Está en los hinchas no
dejarse llevar por eso.
En cuanto al ingreso de varios “hinchas caracterizados” por
sobre un molinete el domingo en el Libertadores de América, el tema, al menos
por ahora, sobrepasa a la dirigencia. Recién fue su primer partido
administrando el estadio en un partido de local y hay muchas situaciones que
aún deben resolver. Es imposible, sobre todo con las limitaciones que tiene el
club, llegar y cambiar todo (o a todos) de un día para el otro. Si en un tiempo
la situación sigue ocurriendo, ya sí habría que hablar de una falta de gestión
o hasta de una complicidad con la barra. Pero ahora, hasta no acomodar las
cosas (y la gente que aún trabaja en el club), es muy difícil.
Durante años hubo situaciones mucho más escandalosas que
esta de los tirantes y ningún medio saltó indignado a crucificar a Julio
Comparada ni a ningún ladero suyo. Ahora, que el club está devastado pero en
proceso de reconstrucción con gente que se ve honesta y trabajadora, lo ideal
es acompañar. No ciegamente, claro, cada vez que se vea que algo está mal, hay
que reclamar, ellos están ahí representando a los socios, pero entrar en la
vorágine de los medios que viven del escándalo es perjudicial para nuestro
Independiente. No para Cantero, Independiente Místico o algún barra, para
Independiente.
Fuente Muy Diablo
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