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domingo, 26 de febrero de 2012

Ya estamos en el fondo del mar, ahora sólo queda subir




El esquema táctico, los jugadores, los rivales.

Todo cambia, menos el resultado.

Perdemos, perdemos... Siempre perdemos.

Y jugando mal que es en el fondo lo preocupante.


Ya estamos en el fondo del mar, ahora sólo queda subir


El peor arranque de un torneo en la historia.

Ningún gol a favor. Cuatro en contra. Otro semestre sin pelear un título. Un plantel deprimido, un entrenador confundido, un Presidente inquieto, una hinchada desesperada, una cancha a medio terminar.

Un club devastado, gentileza de un tal Comparada, al que alguien debería juzgar en la Tierra antes que la historia lo condene.

Estamos en el fondo del mar. Sólo nos queda mejorar. Basta de lamentos. 


Vamos al fútbol.


San Martín 1-Independiente 0:  Esquema táctico: 4-4-2. Línea de 4, dos volantes de contención, dos carrileros y dos delanteros (Núñez y Farías) en San Juan.

Independiente 0-Lanús 1:  Esquema táctico. 3-5-2. Tres atrás, cinco en el medio y dos adelante (Parra y Farías) en la caída ante Lanús.

Estudiantes 2-Independiente 0. Esquema táctico ?-?-?. Tres y medio en el fondo (¿de qué jugó Krupszky?), cuatro y medio en la mitad (¿de qué jugó Krupszky?) y un par adelante (Benítez y Farías) para visitar a Estudiantes en el Estadio Único de La Plata.

El Único Estadio del mundo que costó tanta Plata y tiene el césped digno de un potrero de la Patagonia en julio.

Perdón, no tiene nada que ver con Independiente, pero con alguien hay que agarrársela y además es cierto.

El dibujo táctico no significa nada per se.

Así que mejor busquemos las razones de nuestro triste presente en los jugadores.

Al fin y al cabo, los que ganan y -por ahora, exclusivamente- pierden partidos. Los que hacen goles (los que NO hacen goles) y los que los evitan (los que NO los evitan). 

Hilario: poco que hacer en la apertura del marcador, ante la jerarquía de Gastón Fernández. Demasiado lento para levantar los brazos en el 0-2.

Una jugada que Estudiantes repite hace más de 40 años, cuando Osvaldo Zubeldía dirigía al padre de un veterano que ya se está retirando y tiró el mismo córner al primer palo, rápido y rasante para que alguien la peine. 

Tuzzio, Velázquez y Milito: los tres fallaron en la apertura del marcador. 

Eduardo no saltó, el "Avispa" cometió un error de cálculo insólito, rematado por una pirueta ridícula y el "Mariscal" pasó de largo sin reflejos ni intuición para evitar el enganche de Fernández.

Suficiente para que se derrumbara otro comienzo alentador, que pudo haber sido tangible si Farías acertaba una tijera que ejecutó con destreza pero sin eficacia, para variar... 

En cuanto al volante central, esta fue la sucesión a la largo del Clausura: Pellerano y Godoy, sólo Godoy y ahora Battión, el mejor de los tres "por un campo" sin hacer ninguna maravilla.

Rodríguez y Defederico, los únicos futbolistas capaces de generar juego que tenemos y por ende, a los que más minutos y respaldo anímico les debés dar aunque cometan errores, pero incesamente entran y salen de la cancha, impulsados por una puerta giratoria riojana.

Defederico no jugó contra Lanús por estar suspendido, pero ante Estudiantes fue el primer cambio, cuando era el único que había insinuado algo, como una buena asistencia que Farías no entendió y un par de arranques esperanzadores.

Es más de lo que pueden decir sus compañeros...

El "Patito"  perdió su lugar en el equipo porque Ramón no lo vio bien en la semana. O al menos eso dijo el entrenador.

La verdad, no está bien. Se empecina en seguir apilando rivales cuando el pase es lo indicado.

Pero así y todo, arranca y mueve el tablero, y levanta a los plateístas de sus asientos, a los televidentes de los sillones y a las abuelas de la siesta.

Es más rápido y hábil que todos sus compañeros (juntos).

Le falta madurar, aprender del juego, tomar opciones inteligentes, entender que se va a lucir más eludiendo a dos y asistiendo al compañero libre.

Pero no puede faltar. No en este equipo famélico de fútbol y hambriento de goles.

Busse y Fredes parecen haber hecho pie en la formación titular, siendo el salteño el único que lo justifica por ahora, con más corazón que cabeza.

Iván Pérez siempre ingresa disfrazado de bombero a ver si puede apagar el incendio de esa zurda picante que debería darle una chance como volante por izquierda desde el comienzo.

Benítez no hizo más ni menos que Núñez o Parra como compañero de Farías. 

Pero es un pibe  y demostró tener gol, y no carece de habilidad.

Tal vez no esté para ser titular, pero hay que seguir dándole rodaje.

Ya nos agradecerá la paciencia con alegrías. Esperemos que más temprano que tarde.

Finalmente, el "Tecla" como contra Lanús, tuvo la chance de abrir el partido y calmar a sus compañeros.

No lo hizo. Mandó por encima del travesaño y de tijera, un centro perfecto.

Y en el segundo tiempo, eligió -sin éxito- tratar de superar en velocidad a Desábato, cuando Benítez corría solo hacia Andújar.

Se agotan los plazos. Necesitamos que el goleador aparezca y lo necesitamos ya.

Hay que seguir probando.

El fútbol es un estado de ánimo, dicen.

Hay que salir del pozo.

No nos sobran puntos para seguir regalando.

Y encima, a fin de este campeonato se van 68.

Hay que encontrar un patrón de juego. Recuperar la fe. Hacer un gol.

Algo, por el amor de Dios.

Antes que nos atrape la psicósis y despidan a Ramón Díaz, y cuestionen a los jugadores, y al nuevo y honesto Presidente y todos juntos empecemos a sufrir por el promedio.


José Luis Torres 



Fuente PlayFutbol

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