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viernes, 24 de junio de 2022

Milagro en Jujuy - Video


 


Por Christian Ginko

 

Independiente jugó mal, pero ganó 1-0 y avanzó en la Copa Argentina.

 

Partido duro, áspero, el que se vivió en Jujuy. Independiente se enfrentaba al siempre complicado Atlético Tucumán, esta vez dirigido por Lucas Pusineri. Por el presente de ambos, se sabía que iba a ser un duelo de bajo vuelo futbolístico y mucha fricción, y así fue.

 

Desde el comienzo, nunca hubo un claro dominador. El Rojo intentaba conectar en el mediocampo, pero erraba pases fáciles y cedía la pelota. El Decano, por su parte, intentaba de contrataque, aunque sin suerte. El empate, en el desarrollo, era lo más lógico para dos equipos que no sabían cómo preocupar al adversario.

 

Sin embargo, en el complemento, se rompió esa paridad. Primero, Nicolás Thaller se fue expulsado por doble amarilla, primero por una falta a Leandro Benegas y, luego, otra a Lucas González. Acto seguido, Eduardo Domínguez movió el banco por primera vez, y esta acción fue clave para el resto del encuentro.

 

El entrenador rompió la línea de cinco defensores, e hizo ingresar a Juan Cazares por Juan Insaurralde. Los tucumanos, por su parte, se replegaron aún más, y se conformaron con el empate para probar suerte en los penales. Aún así, la fortuna no les sonrió.

 

Luego de un centro de Leandro Fernández y dos rebotes, la pelota le quedó en los pies a Cazares. El ecuatoriano, sin dudarlo, le dio de lleno a la pelota con la derecha. El balón dio en el palo y, acto seguido, ingresó. Un remate lejano, inalcanzable para Carlos Lampe, la única forma de vencer el cerrojo que había puesto Lucas Pusineri.



 

Después del tanto, Atlético Tucumán fue decidido a buscar el empate. Con uno menos, empezó a preocupar a Independiente, aunque nunca estuvo realmente cerca de la igualdad. Para colmo, y casi como si fuera adrede, Fernando Echenique adicionó un minuto más en dos ocasiones, cuando inicialmente iban a ser cuatro, por lo que se terminaron jugando seis.

Al finalizar, el desahogo se adueñó de los jugadores vestidos de negro. Sabían que iba a ser un partido duro, y pese a las dificultades y la falta de fútbol, lograron llevarlo adelante. Con Iván Marcone como único refuerzo, los resultados le sonríen de momento a Eduardo Domínguez, aunque sabe que el equipo debe mejorar y, para eso, es vital incorporar nuevos futbolistas. Ahora a pensar en Patronato. ¡Vamos Rojo!

 

 

Fuente Infierno Rojo


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