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sábado, 25 de junio de 2022

Los contratiempos que tuvo Eduardo Domínguez desde su llegada


Por Guido Sacarelo

 

En poco más de seis meses fueron varios los contratiempos que tuvo Eduardo Domínguez en Independiente, con una dirigencia que poco le cumplió.

 

El entrenador se hacía cargo de Independiente a principios de enero de este 2022, quien llegaba con grandes pergaminos por lo hecho en Colón de Santa Fe, club que coronó campeón por primera vez en la historia, se hacía cargo del Orgullo Nacional.

 

Desde su estadía las cosas no fueron fáciles para Eduardo Domínguez y se complicaron conforme avanzó el tiempo.

 

En su llegada al club el entrenador se encontraba con un problema inminente, Fabricio Bustos con la decisión tomada de marcharse del club. El entrenador aceptó este panorama comprendiendo que Silvio Romero analizaba hacer lo mismo. Domínguez le pidió a la CD que hagan el esfuerzo por mantener al goleador, hablando con él y marcándole que sería clave en su equipo, días después el capitán se iría a préstamo a Brasil, con un cargo de 300.000 dólares y una opción de compra de 1.000.000 de dólares, transitando su primer sinsabor.

Para colmo, con la pretemporada a nada de cerrarse, Alan Velasco, la joya de su equipo, se iría vendida desestabilizando el equipo.

 

 La transferencia se hacía por 7 millones de dólares más 1.700.000 de dólares en objetivos.

 

Mientras tanto, el DT se cansó de solicitar un nueve como refuerzo, llegando el propio en el último día del mercado y como jugador libre, siendo Leandro Benegas, quien a la luz de los hechos rindió de buena manera, pero si no era por un guiño del tiempo el DT se quedaba sin atacante.

 

Ya en plena competencia el dolor de cabeza empezó a ser otro, el contrato de tres titulares del club, siendo Andrés Roa, Carlos Benavidez y Domingo Blanco, por quienes el entrenador pidió que se renueve el vínculo poniendo especial hincapié en Blanco, a una semana de finalizar sus contratos con Independiente estos se convertirán en futbolistas libres, habiendo solo una luz de esperanza por la continuidad de Roa.

 

En el apartado de refuerzos para el nuevo torneo el entrenador pidió por la llegada de cuatro incorporaciones, dándose hasta el momento la llegada en solitario de Iván Marcone, el cual por su amor al club ejerció presión y logró su cometido.

 

El desencanto llegó con Rodrigo Aliendro, por el cual si se adelantaba el dinero cuando este mostró interés por venir se evitaría una novela con un River que se metió en el medio.

 

Todo esto da más que motivos válidos para que Eduardo Domínguez se muestre cansado y sin ganas de brindar declaraciones en la pasada conferencia de prensa, optando por no repetir nuevamente que él y el asesor deportivo, Daniel Montenegro, pueden hacer una parte, pero los que cierran son los dirigentes.

 

Cierren un tesorero, cierren incorporaciones.

 

 

Fuente Infierno Rojo






 

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