Una de las mayores sorpresas del último tiempo es, tal vez,
Lucas González. El juvenil surgido de las inferiores tiene de todo: Buen pase,
criterio y visión de juego, ideal para ser parte del mediocampo. Sin embargo,
las lesiones y el COVID lo han marginado de la cancha durante varios
encuentros.
En el equipo ideal, Saltita era parte de la mitad de la
cancha junto con Lucas Romero y Domingo Blanco. Ellos tres, de llegar juntos al
duelo con Colón, hacían ilusionar con una nueva Copa, pero esto no sucedió. Con
Bahía, el jugador de 21 años sufrió una lesión que lo marginó tanto con Guabirá
como con el Sabalero, y el equipo lo sintió.
Sin embargo, Independiente tuvo que arreglársela en varias ocasiones sin él. El Rojo disputó un total de 22 encuentros a lo largo del semestre, entre los cuales sumó 1980 minutos. De todos ellos, Lucas González jugó apenas 607, lo que se traduce en el 30,66% de los minutos que jugó el equipo.
Esto no es, en si, algo raro, ya que Saltita debió afrontar algunas lesiones, contrajo COVID y, además, tuvo un paso por la Selección Sub 20.
Aún así, también es cierto que el Rey de Copas necesita más de él. Los de Avellaneda no pueden depender de alguien que ni siquiera llega a disputar, al menos, el 50% de los minutos que se juegan, motivo por el cual Julio Falcioni hasta tuvo que improvisar con Gonzalo Asís en esa posición.
Independiente encontró en González a un futbolista de
calidad, con pases claros y una visión de juego que facilita la distribución en
el mediocampo. Será vital recuperarlo físicamente y que, en adelante, pueda
estar más tiempo a disposición del entrenador, aunque tampoco sería
descabellado contar con alguna variante en caso de que el Emperador lo vuelva a
perder.
Fuente Infierno Rojo
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