Lucas Romero habló en Muy Independiente:
"Tal vez la semana que viene me vaya a algún lugar de
Argentina de vacaciones pero ahora estoy tratando de aprovechar el tiempo
perdido con la familia.
Generé un vínculo lindo en Cruzeiro, me tocó estar cuatro
años y sé que la gente me quiere a mí como yo a ellos.
Me dolió mucho enterarme del descenso de Cruzeiro estando en
Argentina. El año no había arrancado mal, el equipo estaba en la Libertadores y
venía de ganar el estadual, pero el club después cayó en picada y no pudieron
salir nunca.
Siempre viví en Loma Hermosa, 3 de Febrero. Nunca tuve una
casa fija de chico, permanentemente me estaba mudando. Mis viejos están
separados desde que soy chico y yo soy el mayor de mis hermanos. A veces nos
costaba tener la comida en la mesa aunque siempre había pan y mate cocido.
Gracias a Dios, pudimos superar esa etapa con mi familia.
Siempre quise luchar por jugar en primera, al punto tal que
a pesar de estar pasando una situación familiar muy complicada, no me quise ir
de la pensión de Vélez.
Por suerte hace unos años le compré una casa a mi mamá. Mi
viejo es muy futbolero y yo desde chiquito tuve el mismo sentimiento por este
deporte, jugaba partidos por plata en mi barrio. Después ya con 18 años me tocó
debutar con Gareca.
En su momento no juzgué a los compañeros que se querían ir
de Independiente.
Yo desde mi lugar le hice saber a los dirigentes que me
quería quedar porque no había sido bueno mi arranque acá. Siempre fui
consciente del sacrificio del club para traerme y de cómo luché yo para venir,
por eso no podía irme con una imagen negativa.
Llegué a Independiente en un buen momento mío y quizás el
mal clima que había en el club no me permitió afianzarme. Tuve cuatro llamados
de clubes brasileños para salir y no quise. Cuando volvimos a retomar los
entrenamientos fue cuando empecé a crecer. Con Pusineri me sentí muy bien, pude
recuperar un buen nivel y lo mismo sostuve con Julio pese a todos los
inconvenientes que tuvimos en este último tiempo.
A mí me tocó debutar rodeado de jugadores grandes, y acá
estamos haciendo ese proceso pero al revés, hay mayoría de chicos con pocos
jugadores de experiencia y hay que adaptarse a lo que nos toca. Soy el subcapitán
del equipo y estoy orgulloso.
Más allá de la ilusión del título o de jugar la final del
torneo, yo creo que hemos redondeado un buen semestre pese a que a algunos les
guste más o menos como juega el equipo.
La relación con los dirigentes mejoró. Hoy tenemos diálogo
fluido y el grupo les cree, se ha sumado gente que intenta colaborar para que
las cosas sean positivas, todos queremos lo mejor para el club. Nosotros no
solamente buscamos estar bien hoy, si no que nos gusta pensar a futuro y
construir bases sólidas para el club. Hoy en día, podemos enfocarnos más en lo
futbolístico y estamos logrando compartir muchas cosas. Tanto a Velasco como a
todos los chicos tratamos de acompañarlos siempre.
Viviendo en zona sur pasaba a buscar a Alan para ir a
entrenar y pudimos charlas muchas cosas que hoy en día él me agradece. Los
chicos nos escuchan y después cada uno elige el camino que quiere tomar. Yo
trato de transmitirle mi ejemplo dejándoles en claro que ellos deben elegir qué
hacer porque de esa manera aprenden. Me ha pasado de tener mucha plata en el
bolsillo que antes no tenía y me impactaba. En ese momento uno se pone en un
rol de 'hermano mayor' con los chicos y darles una mano para manejarse. Uno
trata de transmitirle a los pibes que están en uno de los clubes más grandes
del país y que no es lo mismo irte de acá habiendo debutado y jugado, el
currículum es otro distinto si jugas en Independiente. Creo que Julio va a
poder hacer más hincapié en mitad de cancha para adelante en este semestre.
Pudimos hacernos sólidos defensivamente, era la prioridad y quizás nos faltó
trabajar más en la zona del ataque”.
Publicó Independiente Sin Censura
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