Por Aldana Selene Valdéz
Escrito por Hernán Gustavo Paglieri Vicepresidente Peña
Roja Daniel Bertoni San Andrés de Giles
1984 – Jornada de Copa Libertadores en Avellaneda, con
Independiente recibiendo a Estudiantes de La Plata, en un partido emblemático
de aquel año 1984 e histórico porque jamás se olvidó.
Antes de ir al encuentro presento la situación. Era por la
fase de grupos de la Copa, y hasta ese momento las cosas estaban de la
siguiente manera: Olimpia de Paraguay era líder con 5 unidades en tres
partidos, lo seguía el Rojo igualado en puntos pero con un partido más, y más
atrás venían Sportivo Luqueño y Estudiantes con 3 unidades y también cuatro
partidos jugados.
Recordemos que solamente el primero de grupo seguiría en
competencia, por ende, Independiente tenía la obligación de ganar su partido,
le servía hacerlo por varios goles para tener una buena diferencia a favor en
caso de un posible empate en el liderazgo del grupo, y también ese día se
enfrentaban los equipos paraguayos entre sí, por lo cual era favorable un
triunfo de Luqueño.
Ya entrando al épico partido, aquel día salieron a la Doble
Visera estos 11: Goyén; Clausen, Monzón, Trossero y Enrique (36 Zimmermann) en
defensa; Giusti, Marangoni, Burruchaga y Bochini en el medio; y adelante
Sánchez (45 Bufarini) y Barberón, con el DT José Omar “Pato” Pastoriza.
Mientras Estudiantes, dirigido por Eduardo Manera, conservaba la base del
equipo campeón del Nacional 1983, justamente frente a Independiente, con
jugadores como Herrera, Agüero, Trobbiani, Russo, Ponce, Trama, Gurrieri, etc.
No comenzó para nada bien el partido, porque a los 35
minutos Trossero le comete penal a Trama y Ponce lo cambia por gol poniendo
arriba a la visita en el marcador, y en ese momento el Rojo ya casi estaba
virtualmente eliminado de la Copa.
Así se fueron al descanso, pero en el
segundo tiempo Independiente sería una marea roja, una furia, con un nivel de
juego altísimo como el que acostumbraba éste equipo de aquella época.
A los 53 minutos, Alejandro Barberón le gana la espalda a su
marcador y se anticipa a la salida del arquero Benítez, dejándolo fuera de
camino en la zona de la medialuna del área grande. Allí “Porota” gira sobre su
pie derecho y define con la zurda, mandando la pelota al fondo del arco en
medio de varios defensores que intentaron taparlo.
A los 71, minutos se repite la fórmula, pase desde mitad de
cancha para Barberón que nuevamente gana a espaldas de la defensa, pero en esta
ocasión el arquero Benítez logra anticiparlo en la línea del área. Dicho
anticipo del arquero genera un rebote que queda para la llegada de Jorge
Burruchaga, quien desde lejos le pega como viene con pierna zurda para un
golazo. Era el 2 a 1 a favor del local que lo daba vuelta pero que no se
conformaría.
A los 77, minutos hay tiro libre para Independiente cerca de
mitad de cancha, Enzo Trossero lo ejecuta rápido ante un Estudiantes dormido.
La pelota va cruzada hacia el sector derecho del ataque, donde Bochini la baja
e inmediatamente hace un toque sutil que hace pasar de largo a su marcador. Una
vez liberado el “Bocha” define de zurda al primer palo para que se convierta en
el 3 a 1.
A los 83, minutos el Rojo tuvo la chance de estirar la
ventaja mediante un penal que le hicieron a Barberón, quien fue derribado luego
de que una vez más ganara por el sector izquierdo superando a su marcación e ingresando al área. La pena máxima fue ejecutada por Trossero, pero el arquero
Benítez le adivinó la intención y tapó el remate. Aun así Independiente siguió
buscando y apenas 2 minutos más tarde llegaría la frutilla de la noche.
Sonaré muy repetitivo pero la realidad es que Alejandro
“Porota” Barberón por enésima vez le ganó a su marca en el sector izquierdo,
superó a su rival y se fue con pelota dominada contra el arco. Al llegar a la
línea del área grande descargó hacia el medio con un pase a Bufarini, y éste a
su vez, alargó el pase hacia Bochini justo en el medio de la medialuna del
área. La pelota picó mal y se elevó, y en ese momento Bochini decidió realizar
una definición de excelencia para un gol digno del “Maestro”.
Con su pierna derecha llena de magia, le dio una “cachetada”
a la pelota elevándola por sobre el salto del arquero Benítez que nunca llegó,
el esférico pegó en la parte inferior del travesaño y se metió dentro del arco
para el 4 a 1 final.
En relación al último gol, y a lo que jugó Independiente ese
día, les voy a dejar el video del relato de Víctor Hugo de ese gol, donde
podrán escuchar con claridad las frases “Basta para mí, no quiero más, no tengo
interés en ver más fútbol por un año”, “Es una barbaridad continuar jugando al
fútbol después de lo que ha hecho Ricardo Bochini”.
El Rojo demolía a Estudiantes y lo dejaba sin chances, con
todo lo que significaba el cruce de estos equipos desde la Libertadores 68, y
lo que había sido recientemente las definiciones de los títulos locales entre
los dos.
Un Bochini excepcional, un Burruchaga de altísimo nivel, un Barberón
ganando absolutamente todas las jugadas que hizo, y un funcionamiento magnífico
en conjunto, hacían que Independiente destroce a Estudiantes y siga con chances
de liderazgo en el grupo. En Paraguay Olimpia le ganaba a Luqueño, por lo que
las cosas quedaban así: Independiente líder con 7 unidades y diferencia de 5
goles a favor en 5 partidos jugados, y segundo Olimpia con mismo puntaje y
diferencia de 3 goles a favor pero en 4 partidos, mientras que los dos equipos
restantes ya quedaban sin chances.
A fines de abril llegaría el último partido de la fase de
grupos para Independiente, justamente frente a Olimpia, y si el Rojo lograba la
victoria prácticamente sellaría su pase a la siguiente fase, pero ya habrá
tiempo para contarles sobre ese día, que se trató de otra jornada épica de
nuestra historia.
Les dejo el video de los goles del partido, también el del
relato mencionado de Víctor Hugo, y además, no se pierdan la serie de fotos de
la efemérides, puntualmente la de antes de iniciarse el juego cuando los
capitanes están en diálogo con el árbitro. Para algunos puede que sea sólo una
foto más, pero si observan verán a nuestro ídolo y capitán, el extraordinario
Enzo “Vikingo” Trossero, con una postura que no deja lugar a dudas sobre su
personalidad, su mirada en alto clavada en el capitán rival, que simplemente
bajó su vista hacia el suelo. Así era Trossero y así era la personalidad de
este equipo.
Fuente De la Cuna al Infierno
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