Independiente perdió por primera vez en la historia contra
Patronato y en InfiernoRojo analizamos los motivos que llevaron al Rojo a
volverse con las manos vacías.
Arranque positivo pero sin goles: Al contrario de lo que
sucedió en casi todo el tramo del partido, Independiente arrancó bien en
Paraná. Se le plantó en el campo de Patronato y le generó en los primeros
minutos al menos dos jugadas de gol, una de ellas realmente clara que no pudo
concretar. La primera clave, porque con un tanto de arranque cambiaba todo.
Desatención y gol: Casi como un karma que vaya a saber de
dónde viene, el equipo comenzó a cometer errores en el fondo, y de uno de ellos
provino la apertura del marcador. Clave.
Derrumbe: Luego del tanto de Patronato el equipo de
Sebastián Beccacece se cayó en un pozo del que jamás pudo salir. Es un punto
importante porque al rival no le sobró nada; si el Rojo se mantenía entero por
inercia luego podría llegar al empate.
Cambios tarde e intrascendentes: El ingreso de Cristian
Chávez y Gastón Silva no cambiaron nada el desarrollo del partido. Y el de
Cecilio Domínguez se hizo cuando ya ni quedaba tiempo para nada. Pese al bajo
nivel del paraguayo, se sabe que es peligroso, pero difícilmente pueda resolver
un partido en ocho minutos.
Ni garra: Más allá de que el equipo jugó mal, el fútbol
siempre tiene esa cuota de “cualquier cosa puede pasar” que lo hace tan
atractivo y que lo hace estar lleno de sorpresas. Si un equipo juega mal
siempre tiene la opción de mandar a todos sus jugadores “a la carga, Barracas”
y llenar el área del rival a centros y ver si la pelota puede entrar al menos
de changüí. Ni eso.
Fuente Infierno Rojo
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