Sebastián Beccacece volvió a dejar afuera a Cristian Chávez,
quien se entrena con normalidad y por quien Independiente pagó más de 2
millones de dólares.
En su primera conferencia de prensa como entrenador de
Independiente, Sebastián Beccacece dejó en claro que necesitaba un
centrodelantero. Luego de la mala experiencia de Ariel Holan en su último
semestre, el nuevo DT comprendió que no le alcanzaba sólo con Silvio Romero y
Mauro Molina.
Tal es así que pidió a Emmanuel Gigliotti, buscó a Federico
González y a Nicolás González, barajó diferentes opciones y se terminó quedando
con Cristian Chávez.
El propio Beccacece aceptó, en una charla con los medios
partidarios, que la decisión fue tomada a partir de los movimientos dados en el
mercado de pases; es decir, que no era absolutamente de su gusto.
El Negro provino de Aldosivi de Mar del Plata con 32 años y
el club debió abonar 2.13 millones de dólares por el 100% de la ficha. Llegó
con una dolencia en una vieja cicatriz, se confirmó que padece un edema en el
bíceps femoral de la pierna izquierda, debió bajar las cargas de los
entrenamientos en varias oportunidades y hace 10 días se entrena a la par del
grupo.
Por esto, hace tres partidos que ni siquiera es convocado y,
de lo que va del semestre, sólo jugó un total de 195 minutos; apenas superando
los dos partidos en el cálculo total. Fueron 65 minutos en toda la serie ante
Universidad Católica, 15′ contra Defensa y Justicia. Titular contra
Independiente del Valle en la ida -salió a los 10′ del segundo tiempo- y ni
entró en la vuelta. Luego 15′ frente a Estudiantes, 5′ con Colón y 40 minutos
ante Patronato. Sin goles.
¿Está para ser titular? Para el DT, no. ¿Está para ser
suplente? Aparentemente, para el DT tampoco. Entonces, ¿para qué lo pidió y
para qué llegó a Independiente?, ¿levantará y se consagrará o Beccacece deberá
lamentar el haber desechado a Lucas Albertengo?
Fuente Infierno Rojo
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