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jueves, 11 de enero de 2018

Romero y Brítez, dos que pegaron el salto y pretenden estar a la altura

Coinciden en la alegría por haber dado un paso adelante y en la ilusión de ganarse un lugar en uno de los grandes.


Por Nahuel Lanzillotta 


Van juntos a la par. Porque todavía no salen de su asombro. Porque son los nuevos del Independiente que viene de ser campeón de la Sudamericana y que en este año irá por todo en la Libertadores y las otras competencias.

Bromean mientras posan para las fotos ante la cámara de Clarín. Y no se pellizcan sencillamente porque no tienen ganas de despertar del sueño de dar el salto a un grande de Argentina.

Emanuel Brítez (lateral derecho de 25 años proveniente de Unión) y Braian Romero (delantero de 26 años que arribó desde Argentinos Juniors), el morocho y el rubio, le cuentan a este diario cómo están viviendo sus primeras horas disfrazados de Diablos.

“Cuando el manager de Unión me dijo que me iba a Independiente le pregunté si era cierto porque no le creí de entrada. Yo tenía todo acordado para pasar a otro club y de la noche a la mañana surgió esto y no lo podía creer. Estoy muy contento por esta posibilidad que me da la vida”, toca de primera Brítez y le pasa la pelota a su flamante compañero de concentración, Romero, que confiesa un momento emotivo: “Mi viejo y mi hermano son de Independiente. Mi viejo me llamó llorando cuando se enteró del pase. Nunca lo vi llorar y eso me conmovió. Me acuerdo de ese momento y me emociono. No tuve la suerte de vivir con mi papá y que me haya llamado llorando fue muy fuerte. Ni para mi cumpleaños me llamó llorando. Seguro va a estar más exigente que nunca. Para él nunca juego bien, pero ahora que lo voy a tener en la tribuna trataré de darle alegrías”, cuenta y llega al final de la última oración con la voz entrecortada.

La sangre le tira al ex atacante del Bicho. Pero no es solamente el fanatismo familiar lo que motiva a Romero. Se ve seducido por el fútbol del equipo de Ariel Holan. “Siempre me identifiqué con el juego de Independiente. En Argentinos lo mirábamos mucho por la manera de nuestro juego. Sé casi todo de cómo juega este equipo. Cuando me llamaron no lo podía creer, dije ‘este es mi club’”. Y tira medio en serio y medio en chiste: “Ya practiqué el saludo de los brazos en alto en casa con mi señora, ja”.

Brítez se ríe a su lado y cada tanto mira la hora porque no quiere llegar tarde al almuerzo en la concentración. Pero ante la consulta se mete de nuevo en la charla: “Con (Leonardo) Madelón en Unión había más una idea de defender y con Holan acá la idea es más ofensiva. Yo me adapto. Soy un marcador de punta agresivo y paso al ataque si tengo la posibilidad. Puedo jugar en cualquier puesto de la defensa”, se describe. Y avisa que sabe que deberá pelearla de atrás porque en su puesto hay un inamovible como el pibe Fabricio Bustos: “Ya sabemos quiénes son los titulares acá, pero hay mucho por jugar y esperaré mi oportunidad para entrar y cuando suceda tratar de aprovecharla”.

“¿Qué cambios noté de pasar a un equipo grande? Ya comí gratis, ja ja”, mete otra broma Romero, fiel a su estilo descontracturado. “Hablando en serio, lo que más me sorprendió es la cantidad de mensajes de apoyo y bienvenida de la gente en las redes sociales y en la calle. Espero no fallar”, contesta luego no sin soltar una risa al final: “Perdón, quedé tentado, ja”.

Los dos ya tuvieron una reunión a solas con el técnico, quien les dejó en claro lo que quiere de cada uno. “Hablé con Holan el primer día que llegué y me dijo cuál es su idea del juego. De a poco me iré soltando y adaptando a lo que quiere. Uno veía a este equipo por la tele y sabe cómo juega”, explica el defensor. “En Argentinos jugaba de nueve, pero en el sistema que utiliza Ariel acá puedo ser más útil por afuera. Yo me siento más cómodo como extremo, tanto por derecha como por izquierda. El entrenador ya me dijo lo que pretendía de mí. En un 4-2-3-1 o 4-3-3 puedo estar por afuera y si se juega con cinco defensores puedo aparecer como interno despegando hacia arriba. Se trata de darle armas al equipo”, detalló Romero.

Antes de irse corriendo para no tener que pagar la multa por llegar tarde, los dos nuevos del Rojo dejan sus anhelos para este flamante 2018: “Estamos muy ilusionados. Este club obliga a pelear todo lo que se juega y esperamos estar a la altura”.



Fuente Clarín

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