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viernes, 5 de enero de 2018

La joya y también la duda de Independiente

Ahora piden más deUS$ 17 millones por su pase a EE.UU.


La consagración. Ezequiel Barco grita su gol en el Maracaná y Gigliotti se suma. Para Independiente, esa noche cambió su cotización

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No hay dudas. Ezequiel Barco quiere irse de Independiente a jugar a la Major League Soccer de los Estados Unidos. Ya se lo había dicho al presidente, Hugo Moyano, y al técnico, Ariel Holan, todavía con el corazón agitado por la inolvidable vuelta olímpica en el Maracaná tras la obtención de la Copa Sudamericana. Y ayer volvió a dejarlo en claro, pero esta vez sin emitir una palabra. El pibe de 18 años redobló la apuesta y visibilizó su malestar haciéndose invisible. Para sorpresa de todos, pegó el faltazo en la vuelta al trabajo del plantel en el predio de Villa Domínico porque la dirigencia rechazó el último ofrecimiento que el Atlanta United -dirigido por Gerardo Martino- hizo llegar el martes. Así, la Joyita del Diablo pretende forzar su salida y le pasó la pelota caliente a la Comisión Directiva, que deberá decidir entre ceder ante la presión del jugador y aceptar la oferta o mantener su postura de pedir más dinero e intimar a Barco a que se presente a entrenarse como el resto de sus compañeros.

“Ya perdí a los dos extremos... Bueno, a Rigoni lo perdí y ahora hay que ver qué pasa con el otro”, dijo Holan en conferencia de prensa. El otro extremo al que se refirió en esa frase es justamente Barco, a quien casi que dio por perdido en ese acto fallido que bien puede ser un indicio de lo que ocurrirá al final de este conflicto que se instaló en el corazón de Avellaneda. Lo que sí expresó de manera clara el DT es que respeta la decisión del futbolista de emigrar, aunque no la comparta: “Me encantaría que Barco siguiera, como me hubiera encantado que siguiera Rigoni en su momento o Tagliafico. Pero son cifras que posibilitan que el club se consolide”. Y agregó: “Independiente está en un proceso de consolidación económica y financiera. Y si la venta de Barco es buena para él y para el club, yo no tengo nada que decir al respecto”.


Holan ya hizo lo que tenía que hacer con el juvenil nacido en Villa Gobernador Gálvez, Santa Fe. Luego de la final con Flamengo, en la que Barco convirtió el penal del título y fue la gran figura, el entrenador le aconsejó que siguiera en el Rojo un tiempo más o que, de partir, lo hiciera en todo caso a una liga de primer nivel como las europeas. Sin embargo, el ofrecimiento más jugoso hasta el momento vino desde Norteamérica y allí desea volar Ezequiel.

Parte de la dirigencia ve con buenos ojos estos números, pero para los Moyano no alcanzan. 

Está enojado Barco. Principalmente porque, según sostienen desde su entorno, los dirigentes no están cumpliendo con su promesa. “Vos jugá tranquilo que está todo acordado de
palabra”, le habrían dicho algunos directivos al futbolista en la previa de las finales de la Sudamericana. Pero, luego de su alto rendimiento en esos partidos determinantes, escuchó otra cosa: “Las condiciones cambiaron”. Para Hugo y Pablo Moyano, presidente y vice, padre e hijo, la cotización de 12 millones de dólares de Barco se disparó al doble.

Antes de enfrentar a Flamengo, los abogados de Independiente y del Atlanta United habían comenzado a intercambiar la documentación para avanzar con la negociación. El

acuerdo verbal era cierto. Pero llegó el primer “no” rojo con las nuevas condiciones ya mencionadas. Desde la MLS enviaron otra propuesta, entonces: 12 millones de dólares a pagar al momento de cerrar la operación (como la oferta inicial) más otro millón en diciembre y otros 4 millones a pagar de acuerdo con el cumplimiento de objetivos.

Si Barco juega seis partidos en 2019, Independiente cobraría otros 500 mil dólares; si juega 12 partidos, un millón (la misma fórmula para 2020). Si Barco es goleador de la MLS, Atlanta United pagaría otros 500 mil dólares

y medio millón más si el equipo sale campeón. Esto aplica también para 2020. Pasando en limpio, si el Turri logra alcanzar todas esas metas, al Rojo le entrarían en total unos 17 mi

llones netos, aunque asegurados en realidad son 13 y el resto podría no cobrarse nunca. Además, si el mediapunta de la Selección Sub 20 es vendido antes del 31 de diciembre de 2019, Independiente se quedaría con el 30 por ciento directo. Y si la venta se efectúa después de esa fecha la institución de Avellaneda recibiría el 10 por ciento de una plusvalía sobre los 13 millones de dólares.

Si bien una parte de la dirigencia ve con buenos ojos aceptar estos números, los Moyano -al cabo, los que bajan el martillo- consideran que no es suficiente. “En estos términos no nos cierra, ahora si ofrecen pagar todo junto...”, le aseguró a Clarín alguien que se sienta en la mesa chica. “Pare

cería que no quieren venderlo”, vociferan cerca de Barco, que tomó en la noche del martes la decisión de no concurrir a Domínico. ¿Aparecerá hoy en la práctica? La dirigencia espera que así sea. Caso contrario, evaluará los pasos a seguir (¿multa?).

Mientras los hinchas se dividen en las redes sociales entre los que critican su accionar y los que lo apoyan, Barco tiene rumbo incierto.



Fuente Clarín

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