Leandro Fernández no se achica ante el poderío económico de
Boca y River: Nosotros tenemos nada más y nada menos que la base del campeón.
Por Favio Verona
Son las 18.45 cuando Leandro Fernández se baja del micro y
entra al lobby del hotel en el que Independiente está alojado en Ezeiza. Se lo
nota extenuado después del segundo turno de entrenamiento en el predio de la
AFA, pero todavía le quedan fuerzas para chicanear al Torito Rodríguez. El
calor es sofocante y algunos futbolistas se tientan con un chapuzón en la
pileta, aunque el delantero tiene una extraña forma de combatir las altas
temperaturas: el mate. Sí, a pesar de que el termómetro parece estar a punto de
explotar, el goleador sigue siendo fiel a su termo de agua caliente. Se
advierte que cambió mucho últimamente. Se lo ve más sereno y hoy disfruta más
de su estadía en el club. En 2016 se rompió los ligamentos y esa lesión marcó
un quiebre para él: dejó de ser impulsivo y pasó a ser un poco más reflexivo, A
los 26 años, anda sin apuro: no se desespera por marcharse en búsqueda de un
salto económico, no se apresura a la hora de responder cada pregunta. Y en las
prácticas se advierte que está aprendiendo a hacer una pausa antes de definir.
En definitiva, comprendió que antes de actuar es necesario tomarse un respiro
para pensar. Eso fue lo que hizo en los últimos días: a pesar de que algunos
clubes de México lo tienen en carpeta, él entendió que los desafíos deportivos
a veces son más importantes que los fajos de color verde. “Me quiero quedar. He
disfrutado muy poco de lo que es Independiente. Me lesioné y tras recuperarme
tardé un tiempo en adaptarme. Me pude asentar y este año vamos a tener muchas
competencias por afrontar con la Libertadores, la Recopa, la Suruga, el torneo
y la Copa Argentina. Quiero ser parte”, comentó el atacante.
-¿Sos consciente de que vas a tener mucha competencia
interna?
-Sí, pero lo vivo tranquilo. Sé que se van a presentar
muchas oportunidades y que en algún momento se me va a presentar la chance de
jugar. Cuando me toque, no la voy a desaprovechar. Si bien no terminé el 2017
siendo titular, me sentó importante. Fui parte de la consagración.
-El 14 de febrero será la primera final de la Recopa ante
Gremio. ¿Es conveniente o contraproducente jugar una final tan rápido?
-Está buenísimo, tener la chance de jugar un partido así de
entrada es espectacular. Tenemos que arrancar el torneo con el pie derecho para
llegar bien. Esperemos poder traer esa Copa a Avellaneda.
-No tienen un plantel muy amplio. ¿Les da para pelear en
todos los frentes?
-En el torneo pasado jugamos el clásico frente a Racing con
pibes y ganamos 1-0. También vencimos a Arsenal con muchos juveniles (2-1).
Estamos listos para pelear todo. Podemos armar dos equipos totalmente
competitivos.
-Boca y River rompieron el marcado con incorporaciones
rutilantes. ¿Se puede competir contra el poderío económico de ambos?
-Los dos han traído buenos refuerzos , invirtieron mucha
plata. Pero nosotros tenemos nada más y nada menos que la base del campeón de
la Sudamericana. Somos un muy buen equipo y le podemos ganar a cualquiera. No
tengo dudas que vamos a poder darles pelea a los dos.
-El año pasado Holan te ubicó en distintas posiciones del
frente de ataque. ¿Pudiste hablar con él y establecerle alguna peferencia?
-No, todavía no hablamos nada. Está probando mucho en las
prácticas y voy a tener que adaptarme a lo que él me pida. No sabemos si va a
jugar con uno o dos puntas. Emma (Gigliotti) viene jugando muy bien y tengo que
respetar las decisiones del entrenador.
-¿Tomás estos partidos de verano como una chance para
demostrarle al técnico que querés ser titular?
-Siempre hay que demostrarle al entrenador que uno quiere
estar. Estos amistosos también les van a servir a los juveniles para mostrarle
a Holan que quieren estar.
-¿Cómo tomaron la partida del preparador físico Alejandro
Kohan?
-Fue un tema muy delicado. Esos son problemas internos del
cuerpo técnico y nosotros estamos al margen de todo lo que sucedió. El profe
Kohan es una excelente persona y un gran profesional. Le deseo lo mejor y ojalá
consiga trabajo rápido. La realidad es que nosotros estamos acostumbrados a los
cambios rotundos porque cuando a un equipo le va mal el primero que se marcha
es el técnico. Ahora hay que apoyar con todo a Pablo (Blanco), que vino a
reemplazarlo. Tendremos que ayudarlo para que se adapte rápido al grupo porque
se nos viene un semestre con muchas competencias importantes.
-¿Ustedes estaban al tanto de la interna?
-Sinceramente nunca había visto nada raro entre ambos. No
sabía lo que estaba pasando. Lo que sucedió nos sorprendió tanto a nosotros
como a la gente de Independiente. Se habló más de lo que pasó que de lo que
logramos en Río de Janeiro. Pero ya está: hay que dar vuelta la página lo más
rápido posible.
Fuente Olé
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