Aunque se demoró la habilitación de la AFA, Leandro
Fernández podrá jugar las dos últimas fechas, claves para entrar en la
Libertadores
Por Jonathan Wiktor
A Leandro Fernández lo frenaron las lesiones. Foto: Télam
Ariel Holan se encontró con un refuerzo inesperado en un
momento decisivo del torneo. En plena lucha por un lugar en la próxima Copa
Libertadores de América, a Independiente le floreció un delantero. Leandro
Fernández, quien venía de reponerse de dos graves lesiones consecutivas, fue
habilitado durante la última semana por el comité ejecutivo de la AFA para
jugar en el torneo local, en una maniobra de la que forma parte Nicolás Figal,
suspendido por un caso de doping. De esta manera, Fernández, que ocupará el
lugar que quedó vacante tras la baja indefinida del defensor, será una
alternativa directa para un plantel con pocas variantes y que, tras el áspero
partido con Boca, aumentó el número de sus lesionados. Hoy no fue convocado
para el partido frente a Defensa y Justicia porque aún no es oficial la sanción
a Figal.
El 13 de enero del año pasado, Independiente sacudió el
mercado local al contratar a uno de los futbolistas más buscados de aquel
receso. Tras una apretada disputa con Boca, el Rojo ganó la pulseada y logró
comprar el 50 por ciento de la ficha del ex Godoy Cruz de Mendoza en una cifra
que superó el millón y medio de dólares. Su llegada pareció justificarse con
urgencia: tras sus primeros partidos, el versátil atacante dio muestras de
prestigio y velocidad. De todos modos, su arribo coincidió con un torneo
irregular, en el que el equipo no pudo sostener el alto nivel del semestre
previo. Tuvo que convivir con un conjunto que sobrevoló entre buenos chispazos
y rendimientos apáticos, que desembocaron en la salida anticipada de Mauricio
Pellegrino.
Más tarde Gabriel Milito fue incorporado como DT. Empezaba
la peor etapa de Fernández. En un adelanto de lo que sería una pésima campaña
de Independiente bajo el mando de Milito, Fernández -como titular- empezó la
temporada con poca fortuna. En el primer partido del campeonato -el 28 de
agosto, ante Belgrano, en Córdoba-, el delantero sufrió la rotura del ligamento
cruzado anterior de su rodilla derecha, una de las lesiones más temidas por los
deportistas. Fue en un movimiento sencillo, casi de rutina, en el que Fernández
intentaba presionar a Lucas Aveldaño para llevarlo al error. Sin siquiera
tocarlo, el delantero se derrumbó solo.
A partir de ahí comenzó un largo trajinar para recuperarse.
Durante la pretemporada de este año todo iba por los carriles normales, pero
otro imprevisto postergó su puesta a punto. Con los ligamentos cada vez más
firmes, la mañana del 18 de enero, mientras se ejercitaba en Villa Domínico,
los que fallaron fueron sus meniscos, también de la pierna derecha. Un día
después ya había sido operado. Recién a mediados de abril volvió a tomar
contacto con la pelota. Su evolución había entrado en la etapa final. Un
amistoso ante Talleres (RE) sirvió para que el santafecino empezara a ajustar
su ritmo. No había secuelas.
Tres semanas después fue convocado a la reserva, en la
derrota 2-1 ante Newell's. El 17 de mayo, Holan lo introdujo entre los
titulares en el duelo con Camioneros, por la Copa Argentina, partido que
Independiente afrontó con una alineación de segunda línea. Después de 262 días,
Fernández volvía a jugar en un partido oficial. Mientras, siguió afilando sus
movimientos en los enfrentamientos de reserva. A fin de mes, cada vez en mejor
estado, viajó a Perú para el choque con Alianza Lima -por la Copa
Sudamericana-, en el que ingresó en el segundo tiempo. La mira, a esa altura,
estaba puesta en el campeonato local.
Por cuestiones reglamentarias, Fernández pensó que recién
sería habilitado para el próximo semestre. Su cupo había sido cedido a
Maximiliano Meza, quien fue contratado en septiembre del año pasado para suplir
su ausencia, por lo que no había muchas vías para liberar un lugar. Pero la
suspensión de Figal abrió un marco legal que le permitió a Independiente
aferrarse al reglamento.
Holan sumó un refuerzo inesperado. Con cuatro partidos por
delante (Defensa y Justicia, Olimpo, Unión y Lanús) que marcarán el color de la
temporada 2017-2018, Independiente, uno de los mejores equipos del semestre,
irá en busca de un lugar en la Libertadores. Leandro Fernández, tras una
tormenta de casi diez meses, está listo para despegar.
Fuente Cancha Llena
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