Por Lucas Campos
Los hinchas de Independiente volvieron a sentir en el alma
que verdaderamente iban a ver a Independiente. El que así saluda y así va al
frente. Sin detenernos en las cachetadas que nos pega el destino, sigamos
yendo, quizás la gloria esté a la vuelta de la esquina. Métale pa delante señor
Holan!
Tagliafico le levantó otra vez las manos a la gente, como en
todo el semestre. Como en todo el semestre Rigoni clavó un gran gol para poner
arriba al equipo que más Copas Libertadores tiene en su lomo. Desde ese
momento, Independiente se cansó de errar goles.
Lanús lo empató en el complemento con un golazo de Aguirre.
Barco erró un penal y otras chances claras tampoco se dieron a favor de los
nuestros. En parte, Independiente se merece lo que le pasa. Se merece un Bustos
que vaya para adelante como un tractor, se merece un arquero que sea el mejor
del fútbol argentino, se merece un Rigoni que haga equilibrio sobre la línea y
que rompa todas las redes, y un capitán que entienda la historia de la cinta
que lleva sobre su brazo y que se le infle el pecho cada vez que salude.
Por ahí también se merezca el destino fraudulento. Porque
fueron tantas las cagadas deportivas que se mandaron los que pasaron, que la
reconstrucción de la gloria se vuelve cada vez más difícil. El merecido premio
puede estar a la vuelta de la esquina, por eso no debe cesar el empuje, aunque
muchos lo quisieran.
Lo que piden estos humildes teclasos, es que esa luz que
salió a flote de la mano de Ariel Holan y su equipo, no pare. Hace mucho que
los hinchas no veían a su equipo saludar de esa manera, generar goles de esa
manera y sentir que sus futbolistas realmente se bañan con la identidad del
club. El final de este semestre es en dónde partimos. La idea de jugar la
Libertadores sigue intacta. Como dice La Renga:”Con quien hablar cuando no hay
nadie, si esta noche no puedo dormir”
Fuente De la Cuna al Infierno
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