El Grana le empató a Independiente en Avellaneda y así Banfield
consiguió el pase a la Libertadores 2018. El local tuvo muchísimas chances para
ganar, pero el arquero visitante, Andrada, fue figura e incluso atajó un penal
de Barco. Además, los de Holan no tuvieron suerte.
Rigoni, Benítez y Rodríguez se lamentan al final del
partido.
Hay que aplaudir a Lanús en el actual escenario lleno de
sospechas, muchas veces justificadas, que se vive en el fútbol argentino: hubo
varios casos de equipos que no quisieron ganar o directamente optaron por
dejarse perder para perjudicar al clásico rival. Sin embargo, el Grana del
técnico Jorge Almirón (hincha y ex DT de Independiente) aguantó con mucha
fuerza y personalidad los tremendos ataques del Rojo, que hasta el último
segundo dejó todo para ganar, en un esfuerzo que mereció aplausos de sus
seguidores, aun en la decepción finanl.
Lanús le hizo un tremendo favor a Banfield: le permitió
clasificar a la Libertadores. El enemigo del barrio con el que existe una
adversidad altísima en el sentimiento del hincha, el Taladro, estará en el
máximo torneo continental del 2018.
Impresionante lo del arquero Andrada, titular por la lesión
de Monetti, no sólo atajó un penal sino que tuvo voladas enormes ante tiros de
Rigoni, Benítez, Barco y Albertengo. También tuvo suerte cuando encontró en la
línea una de Tagliafico. Además de los reflejos del arquero visitante, el Rojo
no lo ganó porque le faltó suerte.
Independiente tuvo 28 remates al arco contra cuatro del
visitante
Lanús, de conocida capacidad para dominar la pelota, tuvo
supremacia en el arranque. Hubo una enorme reacción de Independiente para
torcer el desarrollo del juego en ese primer tiempo. Los de Holan le dieron un
vuelco evidente a través de la presión y el amor propio: el Rojo fue y fue, con
constancia y desbordes. Se veía venir el gol y lo marcó Rigoni, otra vez punto
alto del Diablo. En ese momento, todo quedó instalado para que Independiente lo
liquidara, por su rapidez y precisión para buscar el segundo. Apareció Andrada,
hubo definiciones erráticas y en una mala salida de Franco la continuidad de la
jugada le sirvió el empate al Bicho Aguirre. Fue una sorpresa, también el costo
de una falla inconcebible del joven futbolista del fondo rojo.
No fue el único error grave de un juvenil: el pibe Barco,
que ya había pateado penales con contundencia, le dio una masita a Andrada en
su gran oportunidad. Luego, Independiente no bajó su nivel de ambición, y ya
Lanús estaba con diez (Aguirre fue expulsado por protestar la sanción del penal
a Rigoni).
Fue un bombardeo permanente por todos lados por parte de
Independiente. Esa actitud valorable no fue suficiente. Andrada, la buena fe de
Lanús y la falta de fortuna (hubo pelotas que quedaron boyando en el área
chica) le impidieron a Independiente conseguir su objetivo.
¿Esperanzas para el Rojo? Que River gane la Libertadores
2017, obtener la Sudamericana o la Copa Argentina. Ahora el camino a la
Libertadores es más largo. Y una más rebuscada es que Racing o Estudiantes
ganen la actual Sudamericana y, al ya estar clasificados, le liberen un cupo e
ingrese por su sexto puesto en el torneo local.
Fuente Olé
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