Milito no quiere dejar detalle librado al azar y utiliza
tecnología para preparar a su equipo: es un obsesivo de los videos y sus
jugadores trabajan con un sistema GPS.
Todas las semanas el DT les muestra compilados al plantel
para corregir errores.
Por Favio Verona
Independiente empezó su pretemporada el 13 de junio, pero
Gabriel Milito comenzó a ejercer su cargo varios días antes. El trabajo previo
que realizó el entrenador arrojó los primeros indicios para empezar a trazar su
perfil. El Mariscal es un técnico ofensivo de laboratorio. Se trata de un maridaje
que en muchos casos resulta incompatible. El uso de la tecnología suele estar
más emparentado con los entrenadores conservadores, con los esquemáticos que le
rinden culto al sistema por sobre las características de sus jugadores. Milito
no pertenece a esa rama, pero para él la tecnología es un recurso del que
intenta sacar provecho. Considera que puede ser de utilidad para analizar
distintas situaciones del juego, evaluar rendimientos individuales y el
funcionamiento colectivo.
Antes de que el equipo arrancara con su preparación, se
encerró varias horas por día en la sala de videos que él mismo mandó a
construir en el nuevo centro de alto rendimiento. Allí pasó mucho tiempo con la
vista clavada en el monitor de su computadora e instaló un moderno software que
permite buscar jugadores de acuerdo a las características que el entrenador
considere indispensables: pierna hábil, posición, promedio de gol y de
tarjetas, entre otras. Cuando el equipo volvió a entrenarse, Milito continuó
mostrando que su metodología de trabajo contempla a la tecnología como una
herramienta importante. En varias oportunidades, los jugadores se entrenan con
un sistema de GPS que se coloca mediante un sostén en el pecho. Los datos que
contiene el mismo se descargan en una computadora. El artefacto provee
información acerca de la distancia, los sectores del campo y la intensidad en
los recorridos de cada futbolista. En función de los resultados se planifican
sesiones de entrenamiento físico de acuerdo a las necesidades de cada futbolista,
ya que los volantes suelen cubrir mayores distancias a un ritmo estable,
mientras que los delanteros precisan explosión. El técnico de Defensa y
Justicia, Ariel Holan, fue un pionero en el uso de dicha tecnología.
La edición de videos también forma parte del laburo de un
entrenador que intenta estar en todos los detalles. Todas las semanas reúne a
sus futbolistas y les muestra compilados de los amistosos disputados o de los
ensayos de fútbol formal. Los mismos suelen ser breves para evitar la dispersión
y mantener el foco de atención, pero el técnico aprovecha para marcar errores y
apuntar a su corrección.
Pasan los años, nos vamos poniendo tecnos.
Fuente Olé

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