Los estudios trajeron tranquilidad sobre la salud de
Rodríguez, quien hasta podría ir al banco el lunes frente a Defensa y Justicia.
Cebolla Rodríguez entrenó a la par del grupo. (Fernando
Chelotti)
Por Favio Verona
La noticia había golpeado a todo el plantel. El 27 de junio,
Cristian Rodríguez debió interrumpir su puesta a punto física para ser operado.
Al uruguayo le extirparon un ganglio de la axila. El mismo fue sometido a una
biopsia para analizar en qué condiciones se encontraba y, determinar de esta
forma, el grado de peligrosidad de un lunar maligno que le habían detectado en
la espalda a fines de marzo. Su situación había despertado la preocupación de
sus compañeros y el cuerpo técnico, pero los estudios certificaron que se trató
sólo de un susto y hasta podría ir al banco de suplentes el lunes, cuando
Independiente se enfrente a Defensa por la Copa Argentina.
Cebolla vivió días difíciles y, tras su cirugía, había
decidido recluirse en su hogar junto a su esposa, Emilia, sus hijas, Lola y
Juana, y su madre, Viviana. Por pedido de los médicos, estuvo más de una semana
sin realizar ningún tipo de actividad física. La incertidumbre en torno a su
salud lo gobernó a tal punto que el fútbol pasó a un segundo plano en la semana
posterior a la intervención. El 8 de julio, el futbolista pudo volver a correr,
aunque comenzó a entrenarse con un nivel de exigencia mínimo. La intensidad de
sus trabajos fue aumentando de forma progresiva, ya que durante el tiempo en el
que estuvo parado había subido de peso. Y hace 13 días, cuando Independiente
jugó un amistoso contra Aldosivi, entró 20 minutos para los suplentes.
La confirmación de que no deberá ser sometido a un
tratamiento invasivo seguramente le arrancó una sonrisa a Milito, quien de esta
forma podrá tener más recambio para afrontar la triple competencia: torneo,
Sudamericana y Copa Argentina. Desde que el plantel volvió a entrenarse el
martes, Cebolla tuvo un muy buen rendimiento. El Mariscal, quien lo ve como
volante interior por izquierda en su 4-3-3, lo notó rápido y con cambio de
ritmo para desequilibrar en el mano a mano. Quedó tan sorprendido con la
evolución del futbolista que en los próximos tres entrenamientos analizará si
le asigna un lugar en el banco contra Defensa.
Pese a que el charrúa deberá controlar periódicamente la
zona en la que le extrajeron el lunar, los médicos son optimistas y creen que
no tendrá más complicaciones. Milito recupera a un peso pesado, pero esta vez
los motivos para celebrar trascienden a lo futbolístico.
Fuente Olé

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