Pasó el papelón, llega el Sub 20

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Por Francisco Schiavo

Los seleccionados juveniles tienen que dejar de buscar culpables. Aunque el límite parezca muy fino, y valga el juego de palabras, a partir de ahora tiene que encontrar responsables. Gente responsable, precisamente. Suena difícil, casi una quimera si se pasan por un tamiz los últimos meses del fútbol argentino y de una AFA que dejó de existir. Pero no queda tiempo y no hay nada más urgente que las bases de nuestro fútbol. Solucionado -a medias, claro- el tema del equipo mayor, mientras Bauza rearma como puede un equipo desmembrado en el que su capitán, Lionel Messi, no dio indicios públicos de su futuro, ya hay que pensar en los jóvenes. Y ya es ya.

El Sudamericano Sub 20 de Ecuador empezará en enero próximo y será clasificatorio para el Mundial de Corea del Sur, que se jugará a mediados de 2017. ¿Dentro de mucho tiempo? Al contrario, dentro de muy poco. Hay que empezar ahora para evitar las improvisaciones, para que no haya otro Julio Olarticoechea expuesto por la desidia dirigencial. El Vasco bien pudo haberse negado a ser un cómplice de la negligencia en Río 2016, pero poner obstáculos no está en su esencia. Se debe empezar ahora para evitar un tira y afloja entre los clubes y un seleccionado que está tratando de volverse decoroso o, al menos, de ver un resquicio de aquella luz que supo iluminarlo como una gran cantera.

Es tiempo de guiarse por decisiones concretas. Alguien deberá ponerse firme. Bauza, si es que está dispuesto a asumir el compromiso de una refundación deportiva. Armando Pérez, a cargo del Comité de Regularización, si es que de verdad piensa en la salud del fútbol argentino y que no asumió el cargo sólo para la funcionalidad del Gobierno. O los dirigentes en general, del primero al último, si es que realmente les importa la camiseta nacional, la imagen al mundo y una siembra cuya cosecha tal vez excederá sus gestiones. Se precisan pantalones largos en el tema de los pantalones cortos.

Fuente cancha Llena