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sábado, 6 de agosto de 2016

El valiente plan que escondió Gabriel Milito tras 53 días de silencio





El DT se refirió a la actitud que tendrá su equipo el lunes, en el debut oficial ante Defensa y Justicia, por la Copa Argentina, en la cancha de Lanús



Por Jonathan Wiktor



Foto DyN




Gabriel Milito pasó 53 días sin hacer una declaración pública, el tiempo transcurrido entre su primer entrenamiento al frente de Independiente y la mañana de ayer, en la que interrumpió el vacío de los periodistas y las incógnitas de los hinchas, que durante casi dos meses no vieron su imagen reflejada en los medios. Del lunes 13 de junio al viernes 5 de agosto Milito eligió el silencio como su zona de confort, de la que decidió escapar durante 20 minutos, lo suficiente como para dar algunas señales de su trabajo pero lo insuficiente -al igual que sucede en la mayoría de las conferencias- como para poder ver qué se esconde detrás de sus palabras.



Si en el mundo existe una corriente que expone que para encontrar las mejores recompensas hay que esquivar los sitios seguros de la mente, Milito, después del mediodía, en la sala de prensa del Libertadores de América, estuvo en el lugar que menos le agrada pero se sintió conforme, como si se hubiera quitado un peso. Satisfacción que sí encontró, de todos modos, en algunas de sus respuestas, mientras escuchaba sus propios enunciados, como cuando se refirió al estilo de los equipos ganadores a lo largo de la historia de Independiente o a su felicidad por estar en el cargo en el que está.




Foto FotoBAIRES



"Lo vivo con alegría, con felicidad. Muchas veces me imaginé estar en este momento y hoy es una realidad. En la medida de lo posible intentaré disfrutarlo, aunque muchas veces no queda tiempo para eso. Es una gran responsabilidad y desde el día que asumimos lo tomo de esa manera", decía Milito, sentado a una mesa, mientras trataba de eludir lo que está claro: si el equipo no funciona y los resultados no llegan, su pasado en el club le dará más tiempo pero en algún momento podría convertirse en un arma de doble filo. Pasado mañana, en la cancha de Lanús, tendrá su primera prueba cuando se cruce con Defensa y Justicia por la Copa Argentina.



La particularidad de la conferencia no estuvo tanto en lo que dijo sino en lo que produjo. Esos 53 días se tradujeron en una expectativa que resquebrajó la restringida rutina que propone Milito, en la que la mayoría de los entrenamientos son a puertas cerradas y el contacto con los protagonistas es limitado. Tiene sentido que así sea: Milito es reservado, por lo que su trabajo y sus declaraciones son reservadas. Perfil que magnificó desde su salto de jugador a entrenador, donde se volvió más retraído, como si desconfiara. Ayer, a tres días de su primer partido oficial, ni siquiera definió la ya extensa polémica sobre quién será su arquero titular.



"Debemos -reconocía el Mariscal- tener valentía en el sentido de animarnos a hacer lo que trabajamos en la semana. Creemos en una idea, que en gran parte he adquirido luego de tantos años aquí. Los equipos que han conseguido títulos en Independiente lo han hecho a través de atacar y defender todo el tiempo posible en el campo rival, sabiendo que lo prioritario es tener la pelota. Bajo esas intenciones y con esa búsqueda saldremos a jugar". Y agregaba: "Pero hay que saber que esto es un proceso que tenemos que ir superando y que las cosas no se consiguen de un día para otro. Para hacerlo bien es importante entender que esto es un juego, lo que nos permite estar con la tensión correcta. A veces nos excedemos en esa tensión y se termina cayendo en la confusión, y eso no es conveniente".





El lunes 13 de junio, tras su primera jornada de trabajo en la Primera, Milito sabía lo que quería pero con el paso de los entrenamientos mejoró su lectura. Ahora le ocurre algo similar, pero un paso más adelante: para terminar de saber en qué etapa de la evolución está Independiente, deberá esperar por la competencia oficial, que para el Rojo tendrá su puntapié el lunes. "La evaluación de la pretemporada es positiva. Nos encontramos con un grupo con mucho compromiso, consciente de la importancia del club. Todavía queda mucho por crecer, por mejorar, pero estoy contento. Lo que está claro es que el equipo irá mejorando con la competencia. Estamos preparados para el inicio de la temporada", admitía Milito, con una campera con sus iniciales impresas, la barba entrecana y una leve sonrisa, minutos antes de volver a encerrarse en su zona de confort.


Otra prueba con la mente en Defensa y Justicia



Independiente continúa con su puesta a punto para el inicio de la temporada oficial, que para el equipo de Gabriel Milito ocurrirá pasado mañana, cuando, en la cancha de Lanús, juegue ante Defensa y Justicia por los 16os de la Copa Argentina. Ayer, en un ensayo de fútbol ante la Reserva, en el Libertadores de América, el propio entrenador del Rojo sorprendió con algunos cambios. Aunque recién definirá el equipo entre hoy y mañana, los titulares fueron: Martín Campaña; Damián Martínez, Julián Vitale (Hernán Pellerano arrastra una sobrecarga muscular), Jorge Figal y Nicolás Tagliafico; Jesús Méndez, Diego Rodríguez Berrini y Ezequiel Barco; Leandro Fernández, Germán Denis y Emiliano Rigoni. En tanto, Martín Benítez, con algunas molestias físicas, será esperado hasta último momento. Por otra parte, Independiente continúa con las negociaciones por dos refuerzos más: los directivos de la institución de Avellaneda volvieron a mejorar las ofertas por Jonathan Schunke, de Estudiantes, y Pablo Pérez, de Boca, los futbolistas por los que Milito todavía insiste. El caso de Pérez es más complejo: en las últimas horas habló con Barros Schelotto y habría decidido quedarse en la Ribera.





Fuente Cancha Llena

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