Por Matias Ciancio
Emiliano Rigoni fue uno los pocos jugadores de Independiente
que intentó cambiar el rumbo de la eliminación de la Copa Argentina. Trató de
apuntalar los ataques, pero nunca pudo concretar y toda su actuación quedó
opacada por la falta de efectividad.
Si bien el jugador ya había demostrado que no le pesó la
camiseta de un equipo grande y que había sido una buena adquisición, ahora la
lupa estaba puesta en ver cómo iba a rendir en un nuevo puesto. A lo largo de
la pretemporada, Gabriel Milito lo había probado mayormente por el extremo
izquierdo, pero ante Defensa y Justicia lo apostó por derecha.
Durante el partido Rigoni efectuó dos disparos al arco -uno
muy por arriba del travesaño-, cinco tiros de esquina, provocó una falta y no
recibió amonestaciones. Terminó cerrando un encuentro aceptable desde las
intenciones.
Su desempeño convenció desde las ganas, pero el equipo no lo
acompañó y él tampoco pudo concretar la mayoría de las jugadas por su sector.
Independiente atacó generalmente por su banda, apostando a su velocidad y no
pudo concluir bien casi ninguna acción.
Fuente Infierno Rojo


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