El Ruso Rodríguez lleva 487 minutos con la valla invicta.
Por Favio Verona
El Rojo tiene el arco blindado: no le convierten desde hace
cinco partidos, algo que no lograba desde 2010.
A pesar de las lesiones y las suspensiones que pusieron en
riesgo la estabilidad de la defensa, el equipo logró consolidar cierta solidez.
El Rojo consiguió mantener la valla invicta en los últimos cinco partidos y el
arco de Diego Rodríguez ya lleva 487 minutos sin ser vulnerado. Los números
hablan por sí solos, aunque no es indispensable recurrir a ellos. Alcanza con
repasar los compactos de los últimos encuentros para corroborar que fueron muy
pocas las ocasiones en las que la valla de Independiente estuvo en riesgo. El
contraste es abismal si se contempla el escenario que se montó en el comienzo
del torneo. El Rojo había recibido 13 goles en sus primeros 13 partidos en la B
Nacional. “Desde que llegó De Felippe nos dio más confianza. La tranquilidad
que conseguimos nos está permitiendo sumar mucha gente al ataque sin
desprotegernos atrás. Es importante mantener la valla invicta”, remarcó el Ruso
Rodríguez. “Todos nos sentimos más seguros. Es cierto que a veces me confío
mucho y quedo pagando, pero Zapata y Vidal colaboran para que la defensa nunca
quede mal parada”, comentó Julián Velázquez.
La última vez en la que Independiente logró mantener el arco
en cero durante cinco partidos había sido en el Clausura 2010. En esa
oportunidad había vencido a Racing y a Tigre por 1-0, se impuso a River 2-0, le
ganó a Chacarita 1-0 y a Central 2-0. Esteban Fuertes fue quien cortó la racha
de 471 minutos que ostentó Adrián Gabbarini. El menor calibre de los rivales de
turno asoma como un atenuante insoslayable, aunque si se contempla el arranque
tormentoso que tuvo Independiente en su extenso periplo por la BN, se torna
imperioso destacar que el invicto no es obra de la casualidad. “Estamos
manejando más la pelota y es por eso que nos llegan menos”, sintetizó Federico
Mancuello. Samuel Cáceres coincidió con el lateral: “Todo se debe a que
encontramos un funcionamiento colectivo. Hoy el equipo está mucho más ordenado
que antes”. Y Gabriel Vallés concluyó: “El mayor mérito es que estamos jugando
en bloque para no quedar mal parados”.
Fuente Olé
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