Ya es sabido que Ezequiel Muñoz no podrá jugar con
Independiente por, al menos, ocho meses. El flamante refuerzo que llegó para
ayudar en el fondo no alcanzó los resultados esperados en las pruebas físicas
realizadas y deberá ser intervenido quirúrgicamente. Ahora, el problema está en
el reemplazo.
Por lo pronto si, lo que se viene a la mente es que
Alexander Barboza y Sergio Barreto están aptos para acompañar al inamovible
Alan Franco. Sin embargo, Independiente afronta una doble competencia, ya que
juega la Copa Maradona y la Sudamericana, y esto obliga a redoblar esfuerzos
por parte de los centrales.
Para tomar una real dimensión del problema, el Rojo cuenta
con Franco, Barboza y Barreto, y debe jugar dos competiciones. En esta
situación, lo ideal es tener al menos cuatro centrales, aunque si son cinco
mejor, pero hay solo tres. Entonces, ¿qué debe hacer el club?
La opción más rápida y sencilla es ojear otro defensor
central e ir por él. Con varios partidos vistos, se puede saber lo que se
espera y por quién se está yendo. La contra, claro está, es que la dirigencia
deberá desembolsar un monto determinado para hacerse con sus servicios, y se
corre el riesgo de que suceda lo mismo que con Muñoz.
La segunda opción, menos jugada desde lo económico pero más
desde lo deportivo, es darle oportunidades a algún chico de la Reserva. Hoy en
día, los que pican en punta son Patricio Ostachuk y Ayrton Costa, y si bien
están rindiendo en dicha categoría, en Primera está la dificultad de que la
presión es mayor y es más complicado lograr un buen rendimiento.
Entonces, ante la lesión de Ezequiel Muñoz, la duda está
planteada: ¿Independiente debe ir por otro central o es mejor que suba algún
defensor de las categorías más bajas? Lo cierto es que el mercado de pases está
cerca, y la decisión debe ser lo más rápida posible
Fuente Infierno Rojo
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