Por Christian Ginko
La dirigencia se deshizo de tres obstáculos que le dejaron la gestión anterior.
La dirigencia lleva menos de seis meses en el cargo, y cada día que pasa, debe atender un problema nuevo. La lluvia de deudas que le dejó la gestión anterior se hace interminable, pero con trabajo, sigue tratando de resolverlas como puede. La gran noticia es que, ahora, se deshizo de tres inhibiciones que tuvo la última semana.
Una de ellas era con Pablo Hernández, a quién Independiente le adeudaba cinco mil dólares. Otra con el club formador de Edgar Elizalde, que reclamaba 22 mil dólares por derechos de formación. Finalmente, Fernando Gaibor exigía en pago de 200 mil dólares por deuda salarial, que también fueron abonados por el Rojo.
De esta manera, el Rey de Copas ya no se encuentra inhibido, algo que dilató la llegada de Baltasar Barcia. Con el cierre del mercado cerca, Leandro Stillitano tiene a todos los refuerzos habilitados.
Fuente Infierno Rojo
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