Por Favio Verona
La Aprevide analizó que el partido del sábado entre
Independiente y Tigre se dispute a puertas cerradas por un conflicto entre los
violentos.
La situación genera mucha preocupación en los organismos de
seguridad que deben velar por el bienestar del público. La interna de la barra
brava de Independiente arde. Y a raíz de eso estuvo abierta la posibilidad de
que el partido entre el Rojo y Tigre, programado para el próximo sábado a las
19, se disputase sin público. Eso es lo que debatieron y analizaron los
encargados de la Aprevide durante la noche del miércoles y hasta entrada la
tarde de este jueves. Finalmente, luego de largas deliberaciones, la gente
podrá ir a la cancha, pero habrá un operativo policial muy reforzado para
tratar de evitar un enfrentamiento.
Pablo "Bebote" Álvarez, histórico líder del grupo
violento de la tribuna del club de Avellaneda y que últimamente dejó de ir a la
cancha, juntó a su gente en la semana y tiene intenciones de tratar de
recuperar el manejo de la popular. Y es por eso que está instalado el temor de
que se produzca un cruento choque con las facciones que hoy lideran la tribuna.
El clima está muy pesado. El grupo Dueños de Avellaneda, que
se desenvuelve por la zona de Barracas y es liderado por Juani, y la facción
Somos Nosotros, cuyo mando lo ejerce César "Loquillo" Rodríguez, son
las facciones que disponen del manejo de la tribuna Miguel Ángel Santoro baja en
el estadio Libertadores de América - Ricardo Bochini.
El grupo de "Bebote" Álvarez, llamado Los Diablos
Rojos, quiere copar la tribuna.
Se reforzarán las medidas de seguridad
La gente de Aprevide se reunió con la policía de la
Comisaría 1ª de Avellaneda y con los líderes de la facción Dueños de Avellaneda
para tratar de impedir que el sábado suceda algo grave en la cancha. El club,
que iba a publicar el miércoles la información acerca del canje de bonos y
venta de plateas para el partido, tuvo que poner en pausa el expendio a raíz de
este inconveniente.
En el encuentro habrá un megaoperativo policial, con
minuciosos cacheos en las entradas, se extremarán todas las medidas de
seguridad y a todos se les exigirá DNI como requisito indispensable para el
ingreso. Una posibilidad latente es que alguna de las facciones ocupe la
tribuna Ricardo Pavoni baja para evitar que se crucen, aunque eso aún está en
evaluación y también se evalúa implementar derecho de admisión. Todo apunta a
tratar de evitar que asista el grupo de Bebote.
Los antecedentes recientes de violencia
La barra de Independiente ya protagonizó una feroz batalla
a tiros con la de Racing el 18 de septiembre del año pasado en el barrio 4 de
junio, muy próximo a los estadios de ambos clubes. Apenas diez días más tarde,
estalló una interna entre los del Rojo en la puerta de la sede social que el
club posee en Avellaneda. Allí hubo un enfrentamiento a balazos por el reparto
del negocio de las entradas cuando volvió el público a los estadios tras la
pandemia. En esa oportunidad tuvo que intervenir la policía para dispersarlos.
Este año hubo un cruce entre barras de Independiente y
vecinos de un asentamiento cercano al predio del club en Wilde. ¿Qué pasó? Una
caravana de hinchas del Rojo que se dirigía al estadio de Estudiantes para
presenciar un amistoso de verano contra San Lorenzo se encontró con un piquete
en la Autopista Buenos Aires - La Plata. La barra lo dispersó, pero los que
estaban protestando se cobraron venganza mediante disparos de armas de fuego y
falleció un hincha: Juan Calvente.
Ahora todos bregan para evitar que haya más actos de
violencia que pongan en peligro a quienes decidan concurrir el sábado a la
cancha.
Fuente Olé


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