El escritor recordó lo que le dijo una vez la gloria del Rojo; además, analizó por qué el fútbol y los ídolos marcan de semejante manera a las personas
Basta con leer Papeles en el viento para darse cuenta del gran amor de Eduardo Sacheri por Independiente, el club del que es abiertamente hincha y por el que admira profundamente a su ídolo Ricardo Bochini.
En el marco de la presentación de su nuevo libro, El
funcionamiento general del mundo, el profesor de historia recordó en Expreso
Doble, el programa radial de Congo FM conducido por Clemente Cancela, Diego
Della Sala y Martín Reich, una anécdota con el emblemático historiador
británico Eric Hobsbawm, con el que compartió un evento y hasta comió en su
misma mesa.
“Lo fui a acosar, a pedir que me sacaran fotos para mandarle a mis amigos profesores de Historia y decirles ‘Yo estoy con Hobsbawm y vos no’”, rememoró, entre risas, Sacheri.
Asimismo, contó que, a la hora de comer, el pensador del
siglo XX se pidió un plato que nunca había probado.
“Yo no sabía cómo era el lomo Strogonoff. Pregunto con mi
inglés y Hobsbawm, con el tenedor, levanta un pedazo y me da de comer en la
boca. Para todos mis amigos, me está dando de comer Hobsbawm, giles”, relató,
con entusiasmo.
En tanto, uno de los conductores del programa lo puso entre
la espada y la pared con una particular pregunta:
“Si ponemos en la balanza a Hobsbawm haciéndote avioncito o
la foto del Bocha haciendo fila para vacunarse en el estadio de River todo
vestido de Independiente, ¿sigue emocionándote más lo segundo?”.
Sacheri no tardó en contestar y lanzó:
“Yo cuando hablé de Hobsbawm hablé de seres normales. Si
querés que hablemos de mitología, hablamos”.
En esa línea, contó que una vez compartió un palco en la
cancha de Independiente con Bochini, en un clásico contra Racing.
“Yo, duro, duro de nervios. Con Hobsbawm puedo saltar, con
el Bocha me llamo al silencio. Y me remito a respirar el aire de su alrededor”,
señaló el escritor.
Y siguió:
“Me lo habían presentado y yo pensé ‘El Bocha no me debe ni
ubicar’”. Entonces, recordó:
“El Bocha analizando el partido que estábamos viendo y me
dice ‘leí unas cosas tuyas, me gustan’. Yo me derretí, quedé como en los
dibujitos que queda la ropa nomás”.
Tras hacer reír a los conductores del programa radial,
Sacheri reflexionó sobre su anécdota:
“Lo voy a poner en la contratapa de los próximos libros. Ese
es mi techo”.
Nicolaus Berlin
Por último, Cancela le consultó si la admiración por los
ídolos “es lo que no cambia nunca”. El autor de La pregunta de sus ojos
contestó:
“Hay algunas cosas muy vinculadas con el juego y con los
amores más profundos que muchas veces se sellan en la niñez y quedan
atemporales para toda la vida. (...) Yo lo puedo decir del fútbol pero no creo
que pase solo con el fútbol. A mí me pasa porque es mi juego. Por eso es tan
lindo ver gente jugar a algo”.
“Es como una bocanada de oxígeno en tu propia vida. Ojalá
todos tengamos siempre dónde jugar y con quién”.
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