La transferencia del lateral derecho a Inter de Porto Alegre
se frenó porque aún hay un problema a resolver.
Si ninguna de las partes afloja, el desenlace de esta
historia podría ser aún más traumático. Fabricio Bustos tiene todo acordado
para continuar su carrera en el Inter de Porto Alegre. Y entre clubes también
hay un acuerdo de palabra para que se concrete la transferencia.
Sin embargo, el lateral derecho todavía no se subió al avión
para viajar a Brasil y no está definido si lo va a hacer ahora o si se marchará
después del 30 de junio, cuando finaliza su contrato. ¿Qué es lo que lo está
frenando? El marcador de punta pretende que el club de Avellaneda le pague una
deuda salarial y su intención es no marcharse hasta que le abonen ese monto.
Los dirigentes del Rojo quieren que Bustos ceda en cuanto a
su pedido para que al club le ingrese un poco más de dinero por el traspaso del
jugador de 25 años. Hasta el momento el futbolista se mostró inflexible en
cuanto a su postura y eso es lo que le puso un freno a la transferencia. El
final está abierto.
El viernes de la semana pasada, Inter ofreció pagar un
resarcimiento de 450.000 dólares en febrero para no tener que esperar al
lateral hasta mediados de año. Los brasileños también se comprometieron a
desembolsar otras dos cuotas de u$s 450.000 con el fin de cancelar una deuda
que mantienen con el Rojo por el pase de Víctor Cuesta en 2017. Desde
Avellaneda aceptaron, pero ahora, a raíz de este conflicto, todo está en pausa.
Si Bustos no acepta marcharse ahora resignando el dinero que
le debe Independiente o si los directivos no aflojan y no le pagan, el lateral
podría permanecer en Avellaneda hasta fines de junio y marcharse con el pase en
su poder, sin dejarle plata al Rojo.
El jugador surgido de la cantera ya llegó a un acuerdo con
el club de Porto Alegre por las cifras de su contrato.
A Eduardo Domínguez le avisaron que no va a poder contar con
él y es por eso que, desde este lunes, el jugador se entrena apartado del resto
del plantel en el centro de alto rendimiento del club en Villa Domínico.
Problemas que vienen de arrastre
El enojo de Bustos con la dirigencia viene de arrastre. En
septiembre estuvo a punto de ser transferido al Fenerbahce de Turquía, pero
quienes conducen los destinos del Rojo decidieron retenerlo y luego nunca
pudieron llegar a un arreglo por la extensión de su contrato.
También generó malestar los constantes atrasos en el pago de
los salarios, algo que desgastó la relación del lateral con los directivos. Si
Bustos permanece cinco meses más, Independiente perderá mucho dinero ya que
además deberá pagarle un contrato que es elevado. Desde ambas partes hay
bronca.
Fuente Olé
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