El partido lo empezó mejor el conjunto local. Independiente
atacaba con pretensiones claras, pero las falencias las reflejaba en su propio
campo, defendiendo. Por su parte, el conjunto santiagueño sufría las pelotas
directas, pero atacaba con intensidad.
Los minutos pasaban y el juego se mantuvo en la misma
sintonía. Sin embargo, el local era mejor, llegaba con mucho más peligro y
claridad. Independiente no respondía. Lento, largo y previsible. Cediendo el
protagonismo y estando aislado.
A los 22 minutos del primer tiempo, luego de un remate de
media-larga distancia de Lucas González, el rebote le quedó a Silvio Romero. El
capitán la picó con calidad y metió un verdadero golazo. Sin embargo, el línea
consideró que estaba fuera de juego y el tanto fue anulado. Resultó ser que no
lo estaba. Era gol lícito de Independiente. Lo durmieron al Rojo.
A medida que pasaba el tiempo, el Rojo se acomodaba en el
encuentro, terminando así los primeros 45 minutos, mucho mejor que Central
Córdoba. Con robos y polémicas, la primera parte del partido se esfumó con un
ritmo cansino.
El complemento inició con una paridad importante. Ambos
equipos se regalaban la pelota y no podían concretar aproximaciones claras. Sin
embargo, como a lo largo del encuentro, el Rojo se mostraba incómodo y apático
a la hora de tener dinámica.
Pero cuando el partido era chato, Silvio Martínez, del
conjunto santiagueño, inició una jugada individual por la izquierda, desbordó y
la cedió para la llegada de Cristian Vega (el mismo que quiso el Rojo en el
mercado de pases), que remató de primera y clavó un golazo al ángulo. 1 a 0 a
favor del local y baldazo de agua fría para Independiente.
Independiente parecía no despertar luego del gol del
conjunto local. No conectaba pases seguidos, no atacaba ni lastimaba. Dividía
la pelota y no tenía idea alguna de que hacer. Sin embargo, el protagonista era
el árbitro, Fernando Echenique. El juez no le cobró un penal al Rojo, tras una
carga de Franco Sbuttoni, por sobre Jonathan Herrera. Esto se sumó al gol mal
anulado, el penal a Domingo Blanco y el codazo a Andrés Roa.
Así se esfumaron los minutos. Un partido escandaloso, no
solo en la cuestión arbitral, sino en el rendimiento colectivo de
Independiente. Partido para el olvido y decepcionante, nuevamente. Por la Fecha
22, Independiente recibirá a Boca, el próximo miércoles desde las 21:30 horas,
en el Libertadores de América.
Fuente Infierno Rojo
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