El jueves Independiente empató en uno ante Sarmiento de
Junín, en un partido que entristeció y preocupó aún más a la gente del Rey de
Copas, viendo un equipo carente de ideas y protagonismo a la hora de vulnerar
al rival.
Lo grave llegó tras el final. Cuando el encuentro había
culminado, hacía unos minutos, un grupo de barras ingresó con total impunidad
-vulnerando todo tipo de control– al vestuario del plantel profesional. Allí,
pidieron mayor actitud y camisetas, apuntando contra los referentes.
Sin dudas el hecho vergonzoso deja al desnudo la desidía y libertinaje con el que se manejan estos violentos, en una institución a la deriva. La violencia nunca será una opción y que estos personajes grotescos tengan estos manejos es inadmisible.
Independiente es familia, valores y muchas cosas que toda
esta gente no es. Por su parte, el clima estuvo más que caldeado en la antesala
al final del partido, donde se escucharon canticos que iban en contra de la
dirigencia y los jugadores de mayor jerarquía.
Fuente Infierno Rojo
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