Por Gonzalo Baba
Independiente jugaba muy mal ante un Unión que parecía tener
el tanto al caer, sin embargo, tras los cambios realizados por Omar Piccoli en
el complemento el partido se rompió y se hizo de ida y vuelta, en ese momento
apareció cuando más se lo necesitaba un apoyo externo.
Es que el hincha, que en el primer tiempo se había expresado
contra la comisión, se dio cuenta de que el equipo necesitaba ese aliento
tantas veces discutido en cuanto a su capacidad de influencia.
Ayer fue notorio que el equipo se contagió de lo que bajaba
de las tribunas y que, al menos intentó devolverle a la gente el apoyo que
estaba recibiendo. Después si, la gran jugada entre el Toto y el Parce y el
golazo al ángulo del Chaco son méritos de los futbolistas, pero más allá del
resultado, se notó que hubo un empuje desde afuera hacia adentro, el cual fue
correspondido y retribuido.
En el final, el “Vamo vamo los pibes”, resonó desde los
cuatro costados bancando a muerte a los juveniles que le están poniendo la cara
al complicado momento del club y que, saliéndole bien o mal, dejan todo por
estos colores. Que siga ese contagio.
Fuente Orgullo Rojo
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