Independiente no pudo como local ante un vulnerable
Sarmiento de Junín, el Rojo buscó, pero nunca supo cómo ni dónde. Estás
palabras utilizadas ahora podrían ser tranquilamente las vertidas en fechas
anteriores, con un equipo que semana a semana profundiza su crisis de
identidad, olvidando todo lo bueno que supo nutrir en el inicio del campeonato.
Este conflicto que ahora aparece con Julio César Falcioni,
entrenador del club y que despierta posturas diversas en la gente del Rey de
Copas, no es algo que se le deba achacar solo a él. El Orgullo Nacional en la
difícil siempre se cae, y esto sucede hace años, sacando solo la primavera
vivida con Ariel Holan en su primera etapa en la institución.
En los encuentros determinantes, el plantel no encuentra ese “algo” que te hace ganar, el hambre de gloria, valentía y coraje. No digo que sea adrede o que estos hombres no lo tengan, algo que sería muy irresponsable e irrespetuoso de mi parte, eso sí, habrá que mirar para adentro y entender que es lo que pasa que año a año puntualizamos en esto.
Con distintos entrenadores, equipos, pero varios
interlocutores que siguen figurando hace tiempo el Rey de Copas no puede ser
protagonista. Si bien es indudable que la dirigencia en un sálvese quien puede
rifó futbolistas en medio de la competencia y desjerarquizó el equipo, o los
meses de contratos que se deben, todas las partes tienen que hacer un mea
culpa. Eso si, la violencia nunca es ni será un camino. A ponerse los
pantalones.
Fuente Infierno Rojo
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