Por Carlos Perez
El Bocha no fue uno de esos grandes goleadores de la
historia del fútbol solo porque siempre pensó en el equipo antes que en él,
siempre vio al mejor ubicado antes que intentar la individual. Fue así que hizo
goleadores a muchos delanteros que pasaron cerca suyo a lo largo de los 19 años
que vistió la camiseta de Independiente. Pero hubo un día que no vio a nadie
solo…
Se disputaba la Copa Libertadores 1976 e Independiente jugaba
de local ante su clásico sudamericano, Peñarol de Montevideo, cuando el Bocha
decidiría no darsela a nadie.
Bertolé hizo un saque lateral que quedó en los pies de
Astegiano, quien se la tocó al Bocha. Apenas superada la raya central del
campo, comenzó la apilada, primero eludió a Julio César Giménez e inició un
pique con la pelota atada a sus pies.
Pasó entre Pizzani y Acosta, siempre yendo hacia su
izquierda. Se metió luego entre Olivera y Zoryes, dejándolos en el camino.
Acosta intentó derribarlo pero el diez lo gambeteó y lo dejó atrás, eludió a
Garisto y pisó el área penal. Salieron a cerrarlo González y Olivera, pero
Bochini hizo la pausa, cambió de pierna la pelota y con un derechazo la puso
mansita en el fondo de la red, superando la estirada de Walter Corbo.
Un gol que 10 años después emularía un tal Diego Maradona
-quien siempre reconoció tener de ídolo a Bochini- contra Inglaterra en los
cuartos de final del mundial de Mexico 1986.
REVIVILO ACA DESDE EL MINUTO 4:36:
Fuente Orgullo Rojo
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