Nicolás Domingo habló de todo en un mano a mano con Clarín.
Foto: Juan Manuel Foglia.
Por Nahuel Lanzillotta
Nicolás Domingo: “Con Beccacece ninguno quería salirse del
libreto y eso hace que uno se ate”
El mediocampista de Independiente habló de todo en un mano a
mano imperdible.
Un trueno feroz hace temblar los vidrios de la sala de
prensa del complejo de alto rendimiento del predio de Villa Domínico. Nicolás
Domingo, sorprendido por el estruendo, se frena en la charla a solas con
Clarín. Los nubarrones se corren después de un chaparrón importante. Y el sol
de a poco empieza a hacer desaparecer los charcos.
El volante de 34 años ve cómo se aleja también su tormenta.
Esa que lo agarró al descubierto y sin paraguas en Independiente. No la vio venir.
De la noche a la mañana, el cielo se le puso negro cuando Sebastián Beccacece
decidió no tenerlo más en cuenta durante el último tramo de su traumático
ciclo. De eso y de su regreso al protagonismo habla el más querido del plantel
por los hinchas.
-¿Qué cambió con Berón?
-Con la llegada de Fernando, se descomprimió mucho la
situación adversa que veníamos teniendo. Siempre que cambia el entrenador,
cambia la energía. Fernando conoce mucho el club, a los chicos. Hizo hincapié
en darnos confianza, en darles más libertades a los de arriba a la hora de
tomar decisiones. Una cosa fue llevando a la otra. Haber vuelto a ganar hace
que comiencen a salir cosas que antes no salían.
-¿Qué significa que “descomprimió la situación”?
-Cada entrenador tiene su forma de trabajar. Algunos están
en todos los detalles y marcan pautas para cada situación. Y hay otros, como
Fernando, que nos marcó dos o tres pautas a la hora de tener la pelota y dos o
tres pautas a la hora de no tenerla y dejó que fluya la inventiva del jugador.
Uno sabe la idea del técnico, pero es importante dejarle espacio a la
creatividad del jugador. Recuperamos la confianza con la pelota y en las
decisiones en los últimos metros. Silvio (Romero) encontró el gol con mayor
frecuencia, Cecilio (Domínguez) levantó su nivel... Fueron soltándose jugadores
y el equipo va fluyendo.
"Con Berón recuperamos la confianza", asegura
Domingo. Foto: Juan Manuel Foglia
-¿Con Beccacece no tenían esas libertades?
-Era más meticuloso. Además, no pudimos cumplir los
objetivos planteados y eso hizo que la presión fuera mayor. Entre que las cosas
no se fueron dando y su forma meticulosa de trabajo, hacía que ninguno quisiera
salirse de su libreto, de su línea. A veces eso hace que uno se ate. Berón
trató de ir por otro lado conociendo el club, a los chicos y su anterior
experiencia.
-¿Los constantes cambios que había con Beccacece los
mareaban?
-Son opiniones personales, sabiendo que todos estamos detrás
de la idea del entrenador. Sin dudas, a veces cuando uno escucha a técnicos de
mayor experiencia cuando recuerdan equipos que hicieron historia suelen decir
que no arrancaron bien, pero que les dieron confianza, empezaron a ganar, se
soltaron y terminaron jugando casi siempre los mismos todo el torneo... Son
formas.
-¿Cómo era la relación entre el plantel y Beccacece?
-Era buena, normal. Una relación de trabajo y de respeto. Es
un cuerpo técnico muy exigente y profesional. Nosotros tratamos de asimilar la
idea lo mejor posible, pero las cosas no se dieron. Todos queríamos llegar a
fin de año lo mejor posible.
-¿Te explicó por qué no te tuvo en cuenta?
-No. La última charla que tuve con él fue previo al partido
con Estudiantes. Jugar, queremos jugar todos, y en mi carrera me ha pasado ser
suplente y titular. Pero cuando me tocó salir de la lista de concentrados, no
me dio ninguna explicación.
Domingo dice que
Beccacece nunca le dijo por qué lo sacó: "No me dio ninguna
explicación". Foto: Juan Manuel Foglia.
-¿No te resultó raro que pasaste de ser la primera
alternativa de cambio en el entretiempo con Lanús a no jugar más luego de eso?
Si era una cuestión futbolística, mucha lógica no tuvo.
-Tengo un pensamiento de la causa, pero me lo guardo para
mí. Creo saber lo que sucedió. Pero yo soy uno dentro de un grupo y el DT tiene
que decidir sobre 25 futbolistas. Cuando me toca a mí, otro espera y viceversa.
Por el lugar que ocupo en el club, por mi recorrido y mi experiencia, traté de
tomarlo con tranquilidad. Obviamente que llegaba el fin de semana y me ponía
loco. En los partidos me veía de civil y caminaba por las paredes. Mi señora me
quería echar de mi casa. Me enfoqué en seguir entrenando porque el fútbol es
cambiante y uno tiene que estar preparado.
-¿No te enojaste?
-Primero me shockeó un poco. No te voy a negar que me
costaron esos meses. La pasé mal. Sí, me enojé, pero me enojaba más cuando
salía de acá.
-¿Nunca lo encaraste para preguntarle y al menos sacarte la
espina?
-No. Es una frase vieja, pero la realidad es que cuando me
ponen está todo bien y cuando me toca salir, hay que bancarla. Si es injusto o
no lo que me tocó, la respuesta me la reservo. Yo traté de ser profesional como
siempre. Soy el más grande del plantel y ante ciertas situaciones debo actuar
para que los más chicos vean. Los lunes volvía a arrancar la semana como si
tuviera chances de jugar.
-¿No se te ocurrió buscar una salida?
-No. Nunca las decisiones apresuradas salen bien. Si esta
situación llegaba a diciembre, seguramente iba a pensarlo. Tengo una cierta
edad y no está bueno que no me tengan en cuenta. Pero en ese momento faltaba
mucho para fin de año y estábamos compitiendo en la Copa Argentina.
"La ovación de los hinchas me dio fuerzas para
seguir", cuenta este volante de 34 años. Foto: Juan Manuel Foglia
-¿Qué sentiste cuando los hinchas cantaron por vos cuando no
jugabas a modo de “grito de guerra”?
-No me voy a olvidar jamás todo lo que viví en este club.
Cada vez que corean mi apellido, es como si fuera la primera vez que lo
escucho. Me gratifica de la misma manera siempre. Y eso me dio fuerzas para
seguir también. El hincha valora mi compromiso con el club, más allá de los
logros.
-¿Fue un retroceso el 2019 para Independiente?
-Sí. Veníamos de ganar la Copa Sudamericana en 2017. En 2018
casi ganamos la Recopa y ganamos la Suruga Bank. Llegamos a cuartos de final de
la Copa Libertadores después de muchos y si nos hubieran cobrado el penal de
Pinola, no sé qué habría pasado. Y este año no clasificamos a la Copa, quedamos
lejos en el torneo, no ganamos la Copa Argentina ni la Sudamericana. El año que
viene nos vemos de nuevo sin jugar la Libertadores y eso es una desilusión. Nos
queda seguir trabajando para ganar en Mar del Plata y prendernos de nuevo. El torneo
es parejo y ganando estos últimos siete puntos nos pusimos en una posición
expectante.
-¿Para el plantel es más sencillo que siga Berón?
-Es difícil opinar para nosotros. Es una decisión
dirigencial. No creo que deban consultarnos a nosotros. Lo charlarán los
dirigentes. Lo que sí puedo decir es que con Fernando estamos bien, cómodos. Lo
que venga que sea lo mejor para Independiente.
El atraso en los sueldos: "Tenemos plena confianza en
que eso se va a acomodar"
No pasa días holgados la economía de Independiente. La
situación es compleja y la dirigencia presidida por Hugo Moyano ya le debe dos
meses al plantel. La interna dirigencial volvió a estallar por este conflicto.
En el medio, los jugadores se entrenan, juegan y esperan cobrar. Nicolás
Domingo, como referente del grupo, habla de cómo afronta el equipo este
momento.
-¿Les preocupa el atraso en los sueldos?
-En el fútbol se ha ido mejorando todo en los temas del
jugador, gracias a Agremiados. El jugador está tranquilo porque sabe que más
tarde o más temprano, siempre cobra su sueldo. Obviamente que hay sueldos
inferiores que por ahí tienen que mantener a su familia y existe cierta
incomodidad. Nosotros tenemos diálogo fluido con la dirigencia. Se habla y se
pregunta sobre el tema. Tienen la intención de acomodarse. Tuvieron unos meses
en los que no contaron con el dinero. Tenemos plena confianza en que eso se va
a acomodar y nos enfocamos en intentar seguir ganando.
-Los dirigentes ya avisaron que deberán renegociar
contratos. ¿Cómo toman esto?
-Es algo personal de cada uno. Todavía no sucedió. Quizá
suceda o quizá no. No hago futurología. Si pasa, será algo puntual de cada
jugador.
-¿Toda esta situación le hace pensar al jugador en irse al
exterior?
-Te hablo de mi caso: yo estoy en el lugar en donde quiero
estar. Entiendo las dificultades, la inflación, la diferencia del dólar... Pero
es difícil irme de acá. En lo personal estoy tranquilo. Obvio que estamos
esperando que el club se acomode, pero somos argentinos y estamos
acostumbrados. Si disfrutás el día a día con los compañeros y te gusta el club,
no te querés ir.
Fuente Clarín
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