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domingo, 1 de septiembre de 2019

Seguimos dando ventaja


Por Patricio Barone

Otra vez quedó demostrado que la billetera no hace el rendimiento futbolístico e Independiente perdió 1-0 ante Patronato de Paraná y dejó ir puntos importantes en Superliga que al final de la temporada, como todos los años, los necesitará.
 
Desde el comienzo del partido, el Rojo nunca se sintió cómodo dentro del campo de juego. Por un lado por el buen planteo rival, pero también porque cuando llegaba a instancias de definición, las desperdició absolutamente a todas.

En cuanto al equipo, Beccacece planteó un once inicial en el que, en cuanto a nombres, no parecía estar mal, ya que en el partido ante Colón en el Libertadores de América el motor de juego fue el doble 5 con Pablo Pérez y Lucas Romero. Ambos fueron muy tiempistas a la hora de moverse en aquel encuentro, pero lo de esta tarde fue todo lo contrario.

Las dos llegadas de peligro vinieron desde los pies de Sebastián Palacios. Una fue en el primer tiempo, tras un buen pase de zurda de Martín Benítez, pero el delantero ex Talleres definió  al cuerpo del arquero rival, al igual que en su segunda oportunidad sobre el cierre de los noventa reglamentarios.

Tras esa primera luz de esperanza de peligro por parte de Independiente, llegó el gol del local. El mismo fue convertido por Lautaro Comas a los 36 minutos de juego.

En este gol, hay un conjunto de errores que no pueden pasar desapercibidos, primero porque los futbolistas están en Independiente, pero segundo porque son profesionales y los errores fueron de amateurs.

En primer instancia, Alexander Barboza intentó despejar el balón con mucha displicencia y la pelota fue capturada por los atacantes de Patronato. Otro grosero error fue el de Martín Campaña, quien dejó al descubierto el primer palo, el cual debe ser protegido por el portero.

Haciendo un mayor análisis, en esa misma jugada Nicolás Figal solo tiene la visión en el balón y nunca ve al delantero rival que quedó solo para convertir. Esto se resalta ya que, al ser el último hombre, la prioridad debería ser otra.

En el segundo tiempo, con cambios de por medio, los dirigidos por Beccacece nunca pudieron encontrar el juego que desea el DT ni mucho menos.

La falta de un centrodelantero es cada vez más evidente, principalmente cuando la pelota se abre hacia los extremos y viaja al área. Otro aspecto a destacar es cuando el arquero saca y no hay nadie que la aguante de espaldas.

Así se hará muy difícil, pero no para disputar torneos importantes desde lo internacional, sino para jugar partidos del ámbito local contra equipos que pelean el descenso en un futbol argentino en el que hay un abismo económico entre los equipos grandes.

Fuente La Visera

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