Objetivos tachados

Por Denis Fabricatore

Independiente tuvo una temporada para el olvido y se dedicó a tachar todos los objetivos que propuso a lo largo de la Superliga.

La posición en la tabla apenas puede darle el premio consuelo de entrar a la Copa Sudamericana 2020.

A dos fechas del final del torneo, está a la vista que la campaña del Rojo fue bastante mediocre. Malas decisiones, una notoria merma del rendimiento y refuerzos que no dieron la talla, dejaron al Rey de Copas muy lejos de todas las metas que trazó a nivel local.

El primer objetivo, lógicamente, era dar pelear en la Superliga. De entrada fue complicado por la triple competencia de 2018 y porque todos los cañones apuntaban a la Libertadores.

A pesar de la gran inversión económica, el plantel no dio a basto, la rotación en el campeonato no funcionó y el equipo regaló muchos puntos en las primeras fechas. El rumbo pareció encaminarse con una racha de victorias tras la eliminación de la Copa, pero la ilusión duró poco.

Un flojo cierre de año y un pálido comienzo de 2019 dejaron a Independiente afuera de la lucha por el título 10 fechas antes del final.

Con este panorama, apareció un nuevo objetivo: terminar entre los 4 primeros para clasificar a la Libertadores 2020. Una meta que nunca pareció cercana, ni en el semestre pasado ni en el actual, y que semana a semana se hacía más inalcanzable. El equipo de Ariel Holan nunca encontró regularidad y, finalmente, la caída en el Monumental sepultó las pocas chances matemáticas que quedaban.

Lejos del puntero y afuera de la Copa Libertadores vía Superliga, quedan apenas dos fechas para alcanzar un objetivo muy menor: entrar al menos a la Sudamericana 2020. Y tampoco es fácil conseguirlo. Por ahora, el Rojo es el último clasificado por diferencia de gol y está al borde de quedarse sin nada. El boleto a este certamen sería un premio consuelo para cerrar una campaña flojísima, en un torneo donde no hizo más que tachar objetivos.

Fuente LxR