Un año atrás, Ariel Holan asumía como técnico y se filtraba
un audio que, además de conflictivo, resultó premonitorio: todas sus
definiciones se cumplieron. Y sigue...
Por Favio Verona
Guille hizo su aporte para que Independiente alzara la
Sudamericana. En diciembre del año pasado, cuando Hugo Moyano se debatía entre
contratar a Paolo Montero o a Sebastián Méndez para reemplazar a Gabriel
Milito, Guille levantó el teléfono. El presidente del club lo atendió desde su
casa de Parque Leloir y escuchó un nombre que le quedó grabado: Ariel Holan.
Guille es Marconi, ex árbitro, abogado, secretario general del SADRA e hincha
de Independiente. “Todo lo que puedas hacer te lo voy a agradecer. Guille”,
expresaba Holan en un audio privado de 4’ y 47’’. El 30 de diciembre, el
entrenador firmó su contrato. Hoy se cumple un año del desembarco del hombre
que le puso el punto final al proceso de autodestrucción del club.
Las palabras que Holan expresó en ese audio (filtrado) le
abrieron un foco de conflicto en los albores de su ciclo: Burruchaga, Bertoni y
hasta la esposa de Milito se indignaron. Pero cada concepto fue una
premonición. “Hace más de 30 años que Independiente entró en una confusión, sin
identidad ni modelo de juego. Algo similar a lo que le pasa a la Selección. Hay
que hacer un mix entre la historia aguerrida de los 60, y tener mucha dinámica
para reemplazar la falta de talento”, decía el DT. Diagnóstico preciso.
“Al no haber una identidad definida el equipo empieza a
jugar a lo que no puede jugar. La gente se impacienta, empieza el murmullo. Del
murmullo siguen las puteadas y la echada del técnico. Así estamos hace 30 años.
Sin pelota, Independiente tiene que ser un equipo de una intensidad bielsística
o simeonística”, anticipaba Holan. El contenido de su mensaje se cumplió al pie
de la letra. El Rojo comenzó inclinándose por las transiciones rápidas para
evitar los murmullos estimulados por la impaciencia. Leandro Fernández y luego
Gigliotti fueron los primeros defensores al presionar la salida del rival. Meza
y Barco también se comprometieron a retroceder por detrás de la línea de la
pelota a la hora de recuperar.
“No se puede querer jugar como el Barcelona porque no
tenemos los jugadores para hacerlo. Tampoco a la segunda pelota porque no es la
esencia del club. Hay que hacer un fútbol práctico y dinámico. Y tratar de que
con los futbolistas que tiene Independiente, limpiando un par, y con un proceso
estricto de entrenamiento, transformar el murmullo en aliento”, agregaba.
Pellerano, Cuesta, Denis, Vera y Ortiz fueron víctimas de la escoba. Sus
partidas ayudaron a reestablecer la calma. La apuesta por jóvenes como Bustos,
Franco y Barco le dieron un baño de frescura al equipo. Despojado el clima
hostil, los jugadores se soltaron y afloraron las pequeñas sociedades. Y el
técnico fue profeta en su tierra.
El audio de Holan
Un año atrás, Ariel asumía como DT del Rojo y se filtraba un
audio que, además de conflictivo, resultó premonitorio: todas sus definiciones
se cumplieron. (Infierno Rojo)
EL TEXTO COMPLETO DEL AUDIO:
"Yo fui por primera vez a la cancha de independiente a
los cuatro años. Soy socio del club. Tengo 56, o sea que hace 52 que voy a la
cancha. Conozco mejor que cualquier jugador o ex jugador del club la
problemática de independiente. conozco su historia y, sobre todo, porque
independiente fue lo que fue y por que es lo que es en este momento. Y creo tener
la herramientas necesarias para revertirlo. Desde lo emocional tengo un
compromiso intachable con mi club. Pero con eso no se resuelve esto. Ni con
espalda, porque yo lo vi irse a Burruchaga en nueve meses y a Milito en seis.
Esto se resuelve con capacidad y gestión. Y eso es lo que puedo ofrecer".
"Del 60 al 70 independiente fue un equipo de mucho
corazón y un par de futbolistas de talento. Del 70 al 84 tuvimos los mas
brillantes de la época, con Bochini y Bertoni. Después por Burruchaga,
Marangoni, Giusti. Luego, en el 94 tuvimos un gran equipo en la Supercopa y a
partir de ahí, ya hace mas de 30 años, independiente entro en una confusión.
Sin identidad, sin modelo de juego, similar a lo que le pasa a la Selección
Argentina. Hay que hacer un modelo futbolístico que sea un mix entre la
historia aguerrida de los años 60 y mucha dinámica e intensidad para reemplazar
la falta de talento, al no tener un Bochini o un Burruchaga".
"El problema que se plantea acá es que al no tener una
identidad definida el equipo empieza a jugar a lo que no puede jugar, la gente
se impacienta, empieza el murmullo, los jugadores se ponen mas nerviosos. Y del
murmullo siguen las puteadas y de las puteadas la echada del técnico. Así
estamos hace 30 años. Sin pelota, independiente tiene que ser un equipo de una
intensidad bielsística o simeonística. Algo que no es común de ver en el fútbol
argentino. Un equipo corto y agresivo".
"No se puede querer jugar con Independiente como el
Barcelona porque no tenemos los jugadores para hacerlo. Ni tampoco jugar a la
segunda pelota o al pelotazo porque no es la esencia del club. Hay que hacer un
fútbol práctico y dinámico y eso te lo dan los futbolistas dinámicos. Hay que
hacer un esfuerzo económico y traer por lo menos un tipo de categoría. Y tratar
de que con los futbolistas que tiene Independiente, limpiando a un par, y con
un proceso estricto de entrenamiento, transformar ese murmullo en aliento a
partir del contagio".
Fuente Olé
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